Pocas negociaciones han comenzado con menos expectativas de éxito global como la del Pacto por Andalucía, un acuerdo que el Gobierno andaluz quiere cerrar con partidos, empresarios, sindicatos y distintas organizaciones sociales y culturales en el entorno del 28 de febrero. Las posturas enfrentadas, la dura confrontación entre PSOE y PP -acrecentada por la agenda nacional- y la negativa de IU a hacerse una foto con los populares hace casi imposible un pacto de todos los partidos. Sin embargo, los contactos arrancaron ayer con "optimismo y voluntad de acuerdo". El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, recibió al líder del PP-A, Juan Ignacio Zoido, y ambos constataron que hay puntos de "coincidencias". De momento se ha concretado muy poco, pero Zoido prometió "lealtad" y "agotar todas las posibilidades" para fraguar un consenso que refrendará el Parlamento.
El PP andaluz ha cambiado manifiestamente su estrategia. Lleva semanas denostando el acuerdo y dando por hecho que no se sumará a "ninguna plataforma contra el PP". En realidad PSOE y, sobre todo, IU son los que, con sus declaraciones, han excluido a los populares del pacto. El objetivo del Gobierno andaluz es lograr un frente sólido contra los recortes y las políticas de Mariano Rajoy y el PP-A no está dispuesto a a apoyar esas tesis. Dentro del Gobierno de coalición es a IU a quien menos le interesa la foto con el PP, un gesto difícil de justificar en sus filas. La federación de Diego Valderas quiere llevar al pacto el acuerdo programático que sellaron con los socialistas tras las elecciones autonómicas. El secretario general del PCA, Juan Manuel Mariscal, dejó claro ayer que los comunistas "no apoyarán pactos que diluyan el acuerdo de Gobierno".
Pese a que los inicios han sido difíciles, Junta y PP hicieron ayer borrón y cuenta nueva. Tanto a Zoido como a la consejera de la Presidencia, Susana Díaz -Griñán se pronunció vía Twitter y calificó de "cordial" el encuentro- solo se le escucharon palabras conciliadoras. "Voluntad de acuerdo, lealtad y sentido común" fueron recurrentes en ambos discursos. "Permítenme que al menos hoy me vaya siendo optimista", afirmó el alcalde de Sevilla en la rueda de prensa posterior a la reunión, que se celebró en San Telmo y duró hora y media. Zoido avanzó que va a "imponer prudencia" en las filas populares para que nadie diga nada que "parezca que el PP quiere romper algo que es muy útil". Y le pidió al presidente lo mismo, que ordene "prudencia" en las declaraciones de los dirigentes del PSOE-A, que también se le reclame a su socio en el Gobierno y que "huyan de las presiones" internas.
El líder del PP-A dijo que "confía en la palabra del presidente". Griñán le trasladó su voluntad real de sumar a los populares y le garantizó que buscará un "pacto útil y contra nadie". La consejera de la Presidencia lo suscribió: "La Junta no es ni actuará como oposición al Gobierno de Mariano Rajoy. No hace falta confrontar con nadie". Díaz insistió en que las propuestas que de momento ha puesto el PP sobre la mesa son "muy compatibles" con los ocho puntos que desveló Griñán en el Parlamento.
Hay coincidencia total en que en un momento tan crítico como el actual -con el 35% de la población andaluza en paro-, los partidos no pueden "defraudar" a los que más sufren el azote de la crisis. La idea es comenzar a negociar sobre los puntos donde hay más sintonía y, a partir de ahí, ir profundizando. Zoido entregó a Griñán un documento con diez apartados que, en líneas muy generales, apuesta por reformas en el empleo, en la educación -pide un modelo de cooperación "estable" con la concertada- y en sanidad.
Reclama blindar los servicios sociales, dar más voz a los ayuntamientos y su propuesta estrella que nunca concreta del todo: racionalizar el sector público andaluz porque está "sobredimensionado", derogar la ley de Reordenación y reducir altos cargos y gasto superfluo. Zoido no quiso marcar líneas rojas al inicio de las conversaciones, pero dejó claro que el único límite que pondrá el PP es el que "marca la propia Constitución". En el documento que hizo llegar al presidente se puede leer que "no es tiempo de experimentos", en alusión a la propuesta federalista del PSOE.
agenda// Los partidos tienen que ponerse de acuerdo en una lista de expertos y colectivos afectados que deberán trabajar codo con codo con los distintos consejeros de la Junta para hacer aportaciones al pacto. En paralelo, según explicó Susana Díaz, se creará una mesa política con dos representantes de cada formación que dialogarán de forma "fluida". La idea de la Junta es cerrar el Pacto por Andalucía el 28-F. Zoido no quiere comprometerse a ninguna fecha y ayer insistió en que no se puede "correr ni demorarse". Hoy el presidente andaluz se reunirá con José Antonio Castro (IU) y PA -UPyD pidió a Griñán sumarse a los encuentros- y mañana recibirá a los líderes sindicales y al presidente de la patronal.
