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"Guerrero despachaba los asuntos en bares de copas"

La jueza Mercedes Alaya imputa once delitos al exchófer del exdirector general de Trabajo.

el 20 mar 2012 / 12:03 h.

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Juan Francisco Trujillo (d), acompañado de su abogado, Antonio Aguilar (i), a su llegada hoy a la Audiencia de Sevilla.

El que fuera chófer del exdirector general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, el principal imputado en el caso por las supuestas irregularidades en los expedientes de regulación de empleo (ERE), ha asegurado que éste "despachaba los asuntos en bares de copas" y que fue precisamente en un local de este tipo donde le ofreció las ayudas que recibieron sus empresas.

La jueza Mercedes Alaya, que sigue interrogándole, le ha imputado once delitos (aunque de siete tipologías distintas), ya que le considera autor de tres delitos de obtención ilegal de subvenciones, otro de falsedad en documento mercantil, tres de falsedad en documento oficial, además de los continuados de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación y malversación de caudales públicos.

Juan Francisco Trujillo, que comenzó a declarar sobre las once de la mañana, ha explicado a la magistrada que su jefe "quedaba en los bares de copa para despachar" los asuntos y que, "a los dos días veía a las personas con las que había quedado en su despacho oficial".

De hecho, las ayudas que recibieron las tres empresas de Trujillo se las ofreció "en un bar de copas" cercano a Santa Justa. "Tú crea una sociedad", asegura que le dijo el exalto cargo, por lo que él entendió "que me estaba invitando a crear empresas fantasmas".

En este sentido, la jueza le ha pedido que describa como era la jornada de Guerrero, en prisión desde el pasado 11 de marzo, a lo que Trujillo ha contestado que "comía en restaurantes la mediodía" y que luego "se iba a tomar copas y allí despachaba los asuntos por la tarde".

El exchófer también ha reconocido que Guerrero tenía amistad con el mediador en los ERE y exsindicalista Juan Lanzas, también imputado en el caso, pues "lo solía ver juntos" al igual que con los responsables de las aseguradoras Vitalia y Uniter, con las que se contrató las pólizas para las prejubilaciones.

Asimismo, ha afirmado que en un par de ocasiones le llevó a "despachar" con el exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías, saliendo en una de las ocasiones "muy enfadado". No era la única vez que le vio con mal carácter pues, según ha relatado, "solía enfadarse cuando le paralizaban los pagos" que él había comprometido.

Por último, Trujillo también ha contado que el exalto cargo "también despachaba" con los exconsejero y viceconsejero de Empleo Antonio Fernández y Agustín Barberá, ambos imputados. Asimismo, ha explicado que él se dio cuenta que "las ayudas se daban a personas cercanas a Guerrero o al PSOE" y que su jefe "presumía del poder que tenía para conceder ayudas".

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