Dentro de los muchos problemas que tiene el Betis ahora mismo, Guillermo Sara se ha llevado del mal el menos. El guardameta argentino, ingresado en la noche del jueves tras jugar el partido contra el Rijeka por culpa de un fuerte dolor abdominal, ya está en su casa después de que los médicos hayan descartado que padezca una dolencia grave, por ejemplo una apendicitis, aunque es seria duda para el choque del domingo contra la Real Sociedad. El diagnóstico de cancerbero verdiblanco es que ha sufrido una "virasis intestinal fuerte". Ha estado hospitalizado hasta la mañana de este viernes y luego ha recibido el alta. Su presencia en Anoeta dependerá de su evolución en las próximas horas.
