El presidente del Betis, Miguel Guillén, también ha terciado hoy por fin en la polémica creada por Fabricio. Para empezar ha aclarado que el guardameta no fue el miércoles a Portimao "por un motivo técnico, porque tenía unas molestias en la mano". El dirigente ha reconocido que sus declaraciones "se pueden considerar ambiguas", aunque ha añadido: "Ya ha dejado claro que no era lo que pretendía decir. Para enfrentarse a la prensa hoy en día hay que medir mucho sus palabras, pero en el consejo no dudamos de esta plantilla ni del cuerpo técnico de su profesionalidad y honorabilidad", ha comentado en Punto Radio.
Guillén ha seguido explicando que "era necesario hablar con el jugador", tras lo cual su visión es esta: "Cada uno es como es. Fabricio es un buen chico que está en su mundo y va a su bola, a sus cosas. Quiere mejorar cada día porque quiere llegar a lo máximo en su profesión".
En cuanto a la gestión que el Betis ha hecho de esta controversia, el presidente verdiblanco ha opinado que "aunque algunos pidan una respuesta inmediata, hacemos las cosas como entendemos que tenemos que hacerlas".
