El presidente del consejo de administración del Real Betis, Miguel Guillén, analizó ayer en el Círculo de Labradores durante la presentación del mes del remo, acto previo a la clásica regata Sevilla-Betis, la actualidad de la entidad de La Palmera y se refirió a los temas de mayor interés en materia deportiva e institucional. El dirigente, en un gesto loable, realizó un ejercicio de autocrítica en relación a los últimos acontecimientos surgidos por, a su juicio, "una forma de comunicar" errónea.
Sobre el tema que más inquieta en las oficinas del Benito Villamarín, la renovación de Beñat, el dirigente verdiblanco manifestó que "ahora estamos en plena negociación". "Las posturas han quedado claras por una parte y por otra", aseguró en relación a las discrepancias surgidas en el caso de la cláusula de rescisión, un tema que anticipó El Correo de Andalucía a causa de la primera reunión en Sevilla.
"Tenemos la confianza de que llegaremos a un acuerdo con la predisposición del Real Betis y del jugador", apuntó. Precisamente, Guillén admitió que rebajar el valor de la cláusula de rescisión -de 20 a una cifra inferior a los 18 millones- es un tema que está sobre la mesa actualmente.
"Es una mesa de negociación y ya veremos", señaló. "Tenemos plena confianza en que todo saldrá bien y el jugador siga en el Betis, no contemplamos otra posibilidad porque el jugador dice que quiere renovar, que está contento, satisfecho y agradecido al club. La negociación va a ser larga", explicó con naturalidad.
Y en un ejercicio de autocrítica, Guillén admitió que "se han hecho muchas cosas muy bien, pero parece que no hemos sabido comunicarlo". Además de elogiar al meta Adrián y referirse a la renovación de Cañas, Guillén se congratuló de la cita que fijó en Madrid con Victoriano Sánchez Arminio, presidente del Comité de Árbitros: "No diré cómo fue la reunión, pero sí hubo un clima de cordialidad".
