El alcalde de Alcalá de Guadaíra, el socialista Antonio Gutiérrez Limones, tras 18 años al frente del municipio y de haber llegado a ser el regidor más votado de España, atraviesa ahora uno de sus momentos más difíciles en el Consistorio: una de sus concejales, Laura Ballesteros, se ha hecho no adscrita, lo que le ha hecho perder la mayoría absoluta en el plenario. Además, otros dos ediles de su grupo han decido renunciar a sus actas, lo que ha provocado una crisis en el seno del grupo municipal socialista que, según afirma, ya está cerrada.
Los concejales Ana Belén González y José Manuel Rodríguez han dejado el Ayuntamiento culpando de su decisión a sus modos... Ellos no lo personalizan en mí. Cuando hablaron conmigo para irse del Consistorio alegaron problemas profesionales y personales. Ahora bien, sí se escuchó en el pleno que yo tengo posturas autoritarias, pero es algo llamativo cuando llevo 18 años como alcalde de esta ciudad, tiempo en el que me he caracterizado por la cercanía, el diálogo y la colaboración pública y privada.
Lo que es cierto es que en poco más de dos meses han dejado el grupo tres ediles, una de ellas no ha renunciando al acta de concejal y haciéndose no adscrita ¿En qué situación se ha quedado el equipo de Gobierno? Es difícil de explicar que una persona rompa con la encomienda de un proyecto que ha sido aprobado por mayoría absoluta y pase a erigirse en intérprete de ese proyecto, lo que ha hecho es traicionar la voluntad popular. En la historia del transfuguismo siempre hay un trasfondo económico y casi siempre hay un tema de chantaje. Respecto a la dimisión de los otros dos compañeros, pido disculpas a Alcalá por la imagen que se ha dado, de preocuparnos de los problemas internos cuando hay tanto por resolver, no es nada positivo ni agradable, pero también digo que el tiempo dirá los motivos y las complicidades que hay detrás de estos comportamientos, que son inadmisibles.
¿Mete en el mismo saco a sus tres excompañeros? Hay una gran diferencia entre la tránsfuga y los ediles que han entregado el acta de concejal. La primera lo que ha hecho es aliarse con los grupos de la oposición para plantear un pacto antialcalá. El problema es que cuando no se tienen razones para criticar un proyecto como el de Alcalá, que es reconocible e identificable por todos los ciudadanos, ya que ha transformado esta ciudad completamente en la última década, es cuando pasamos a atacar a las personas y, a partir de ahí, lo que se intenta es deteriorar el liderazgo político del alcalde.
¿Qué motivos han podido empujar a estos ediles a actuar así? Puede que haya mucha gente a la que no le guste que mi compañera Susana [en referencia a Susana Díaz, la secretaria provincial del PSOE y futura presidenta de la Junta de Andalucía] y yo tengamos buena relación y que ella tenga todo mi apoyo para que sea presidenta de la Junta. Hubo un momento en el que un grupo comenzó a plantear la estrategia de acoso y derribo al alcalde de la ciudad, pero como digo el tiempo sacará a la luz la verdad.
Esta situación política es muy complicada para usted porque pueden surgir nuevas voces discrepantes. No. Lo que ha sucedido es que aquí ha habido una interrelación personal y de amistad con un grupo minoritario, pero ya se ha acabado con esta situación tras la remodelación del equipo de Gobierno y del equipo técnico para dar respuesta a los problemas de los ciudadanos. A partir de ahora vamos a seguir trabajando, como lo hemos hecho hasta ahora, por el desarrollo económico de la ciudad, por las políticas sociales y por la transparencia, para dar la mayor participación a la ciudadanía.
¿En esta crisis qué papel ha jugado el partido? Siempre hemos tenido el apoyo y el respaldo del Provincial, fundamentalmente de su secretaria general, y del Regional.
La oposición le está acusando de que a usted le interesa más su cargo de senador que el de alcalde ¿Cree que la ciudadanía opina lo mismo? Hay que aclarar que todos los alcaldes importantes del PSOE son senadores al igual que todos los del PP son parlamentarios, senadores o diputados, eso es porque estar cerca de donde se toman las decisiones es mejor para sus ciudades. En mi caso, todos los grandes proyectos que se han ejecutado en la ciudad tienen nombre de gestión del alcalde en Madrid. Ése es el caso de la rehabilitación de las riberas del río Guadaíra, el castillo, el puente romano, los molinos harineros, la biblioteca, el plan Urban de rehabilitación del casco histórico, el fondo de I+D de 5 millones, el Atticus que sirvió para la formación y empleo, el Apolo y hasta la apertura de la nueva oficina de Correos. Todos esos proyectos, es decir, más del 80% de las inversiones que se han hecho en la ciudad en los últimos 11 años, se han realizado por las gestiones que yo he efectuado en Madrid.
¿La oposición ha hecho una pinza contra usted? Hay un pacto antialcalá formado por los tres grupos de la oposición [Partido Popular, Partido Andalucista e IU] y la tránsfuga, por ello aprueban entre ellos todas sus propuestas aunque no coincidan con su ideología política. Han hecho una pinza con el apoyo de esta tránsfuga incumpliendo además todos y cada uno de los acuerdos de la Ley Antitransfuguismo.
Con esta situación y sin tener mayoría ¿Será muy difícil poder sacar adelante sus iniciativas? La oposición está obstruyendo que puedan salir adelante propuestas en el pleno, buscan el desgaste, pero el PSOE tiene el Gobierno de la ciudad y vamos a seguir gobernando para sacar todos los proyectos importantes que aprobaron por mayoría absoluta los ciudadanos. Si la oposición pone zancadillas tendrá que explicar a Alcalá de Guadaíra qué es lo que está haciendo y por qué.
¿Hay proyectos importantes que estén en peligro? Yo espero que los grandes proyectos salgan adelante. Yo he planteado un documento de trabajo para llegar a acuerdos con la oposición y con el resto de la ciudad, como siempre lo he hecho. Si se niegan a llevar a cabo este plan para reactivar la economía y la vida social del municipio tendrán que dar explicaciones, porque nosotros lo denunciaremos. Por ello, no creo que vayan a frenar los grandes proyectos pendientes.
¿Cuáles son? Alcalá de Guadaíra es una ciudad completa después del esfuerzo inversor que se ha realizado para dotarla de las infraestructuras y de los equipamientos necesarios. Creo que nos hemos anticipado al futuro. Por eso, ahora nuestro reto es poner en valor todo lo que se ha ejecutado. Ahora estamos cambiando el Plan General de Ordenación Urbana; también tenemos el proyecto de Alcalá+I de apoyo a inversores y empresarios, para tener clase media empresarial; trabajamos en el desarrollo de las infraestructuras de comunicación y tenemos que aprobar iniciativas que tienen que ver con la regeneración urbana. En estos momentos, aprovechando el verano, hay tres grandes obras de colectores en la ciudad que buscan fundamentalmente acabar con el problema de inundaciones que padece la ciudad. Además tenemos un nuevo plan de inversiones de I+D e inversiones relacionadas con el ocio y el tiempo libre. Hay muchos y buenos proyectos y en los próximos meses vendrán inversiones importantes a Alcalá de Guadaíra.
Lleva 18 años como alcalde y cuando concluya este mandato se habrá llevado 20 años al frente de la ciudad y todavía con muchos proyectos sobre la mesa ¿Se volverá a presentar a la reelección? Ser alcalde es lo más hermoso que le puede pasar a una persona en política puesto representas a tus vecinos, por ello si tengo el refrendo de mi partido y de mis ciudadanos estaría encantado de seguir representando a Alcalá de Guadaíra.
¿Cómo se encuentran las arcas municipales? Hay deudas porque hemos hecho un gran esfuerzo inversor, pero no tenemos problemas de liquidez. Pagamos a los proveedores a 60 días.
¿Este esfuerzo inversor ha servido para que la ciudad esté soportando mejor la crisis que otras localidades? Nos ha permitido estar mejor preparados que otros municipios de la provincia, porque las inversiones atraen inversiones y generan empleo, que es lo más importante. Somos una ciudad eminentemente industrial que la primera etapa de la crisis, la inmobiliaria, nos golpeó un poco menos que a los demás. Pero la segunda, que afecta a empresas de bienes auxiliares y de construcción, sí nos está dañando y el ejemplo está en el caso del cierre de Roca, aunque hemos podido solventar otros casos como el de Vicasa (fábrica de vidrio), que no sólo no se ha deslocalizado sino que ha hecho un esfuerzo inversor en hornos; la empresa de tapones, que también ha invertido y generado puestos de trabajo; y Santa Bárbara, donde al final se han producido prejubilaciones.
