Cultura

Ha nacido un género

La crisis ha agudizado el ingenio de algunos profesionales, como los integrantes de la compañía Teatro a Pelo.

el 05 jul 2013 / 19:06 h.

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Lugar: Hostel lacajahabitada, 4 de julio Compañía: Teatro a Pelo Textos: Julio León Rocha Dirección: Fran Pérez Román Interpretación: Pablo Acosta, Jacinto Bobo, Javi Cobos, Verónica Espiga, Samuel Galiardo, Alicia Gómez del Castillo, Isa Márquez, Verónica Moreno, Julia Rodríguez Pérez, Arantxa Sanchís Calificación: *** De todos es sabido que la crisis arrecia con mayor virulencia en el sector cultural. Cierres de teatro y desaparición de compañías independientes son hechos que están a la orden del día. Por fortuna, eso ha agudizado el ingenio de algunos profesionales, como los integrantes de la compañía Teatro a Pelo que en su lucha por seguir ejerciendo su oficio han llegado a recrear un nuevo género, a caballo entre la serie televisiva y el teatro. Este curioso cruce se sustenta en una serie de historias independientes, aunque entrelazadas entre sí, que se representan en directo en diferentes emplazamientos que realzan el carácter naturalista de las piezas. En concreto, el capítulo que nos ocupa se desarrolla en tres estancias de un hostel: la cocina, una habitación y la terraza. De esta manera no existe un espacio escénico construido para el desarrollo de la historia, sino que ésta surge del aprovechamiento de un espacio natural que no registra manipulación alguna. Eso determina una dramaturgia plenamente realista que, al igual que algunas conocidas series de televisión, gira en torno a temas cotidianos con los que resulta fácil identificarse, como las relaciones de amor y desamor entre los personajes, las frustraciones laborales, los miedos o el desencuentro entre hombres y mujeres. Las diferentes piezas que componen cada capítulo se representan en directo y, debido a la estrechez de los espacios, solo permite la asistencia de un público muy reducido ( quince personas) que habita el mismo espacio que los intérpretes. Esto permite al espectador mantener una cierta actitud activa, aunque lo más interesante es que en ningún momento hay ruptura de la cuarta pared, ya que los actores y actrices se mueven por el espacio como si el público no estuviera presente y, con un encomiable temple, consiguen dar una vida propia a sus personajes. Lástima que las historias, en su empeño naturalista, no acaben de profundizar en los temas que proponen.  

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