Local

Hablando del tiempo

En España hay temas tabú, de los que no se puede hablar; y otros temas que son como minas, que se colocan en el debate para dinamitarlo. Con el despido pasan las dos cosas

el 16 sep 2009 / 03:49 h.

En España hay temas tabú, de los que no se puede hablar; y otros temas que son como minas, que se colocan en el debate para dinamitarlo. Con el despido pasan las dos cosas. Hay quien dice que no se toca; y hay quien lo saca a colación no para que se toque, sino para que no se toque ningún tema, bloqueando cualquier intento de cambiar las cosas. Hoy se habla de modificar su regulación, pero a esto se le llama, con un eufemismo, "contrato único"; por eso a esta idea, que es respetable y en algunos casos está bien documentada, le está cayendo la que le está cayendo. La verdad es que es un tema difícil, que afecta mucho a muchas personas, por lo que cualquier simplificación al tratarlo debe ser evitada.

Desde mi punto de vista, la única manera de entenderlo es por acumulación, poniendo de manifiesto las distintas cosas que es. Para la empresa es un mecanismo de ajuste, que le supone un coste en indemnizaciones, procedimiento y clima laboral; también una pérdida de capital humano, si es que lo valora. Por ello lo fundamental, desde esta perspectiva, es su precio; por ello hay muchos que sólo hablan de éste. Para el Derecho es la ruptura de un contrato que, como ocurre con todo contrato, debe justificarse y puede dar lugar a una indemnización; por eso a los juristas nos preocupan sus causas y sus consecuencias. Quien habla de despido libre se olvida de este dato, y quiere hacer del de trabajo un contrato diferente al resto, que se pueda disolver en cualquier momento y sin consecuencias; aplicando esta lógica a todos los contratos nos cargaríamos el mercado, al desaparecer la seguridad jurídica que lo fundamenta.

Para la persona que lo sufre, es una tragedia. La pérdida no sólo de su salario, sino de su capital profesional y de su valor en el mercado de trabajo. La ruptura con una parte fundamental de su existencia, que hace desaparecer la mayoría de sus relaciones sociales. Dilapidar unos años que nunca se recuperan. Hacerte un extraño en los lugares donde has pasado tu vida. Esto es lo que te pasa cuando te despiden, nos guste o no.

Siempre habrá despidos, tiene que haberlos y cada vez habrá más, en el modelo de mercado de trabajo hacia el que vamos. Pero a la hora de plantear su regulación debemos tener en cuenta todas estas perspectivas, si es que queremos que ésta sea adecuada, eficiente y justa. Las diferentes propuestas que están circulando estas semanas no parecen haberlo hecho, y por eso fallan.

Catedrático de Derecho del Trabajo

miguelrpr@ono.com

  • 1