Cultura

«Hablo de los vanidosos, pero no los critico: todos lo somos»

El escritor Paulo Coelho -que ha cumplido esta semana 62 años convertido en uno de los autores más mediáticos del globo, de más éxito y más queridos por sus lectores

el 16 sep 2009 / 07:43 h.

El escritor Paulo Coelho -que ha cumplido esta semana 62 años convertido en uno de los autores más mediáticos del globo, de más éxito y más queridos por sus lectores- ama el cine, y por ello acude desde hace años al Festival de Cannes, una experiencia que le ha servido para hablar sobre la vanidad y el poder en su última novela, El vencedor está solo.

Y es que El vencedor está solo, publicada por Planeta y que hoy mismo sale a la venta en España, retrata dos trepidantes días con trama criminal en Cannes, donde además de buen cine también se dan cita la vanidad, el poder, el lujo, la fama y los sueños rotos de aspirantes a estrellas, lo que, explica Coelho a Efe, es "un reflejo de lo que podría pasar en cualquier rincón del mundo donde exista el ser humano".

"Todo lo que pasa en Cannes podría pasar en el pueblo donde vivo en Ginebra, en la selva Amazónica o en cualquier sitio", recalca el autor de El alquimista, el mago de Brasil, un ser humano que sabe de lo que escribe porque él mismo vivió al límite y encontró la paz y la armonía despojándose de lo superfluo y quedándose con lo esencial, como por ejemplo el placer que le provoca subir a una montaña y caminar bajo la lluvia, que es lo que acababa de hacer minutos antes de conceder esta entrevista.

Y esta concentración de emociones y debilidades humanas que se dan cita en Cannes las ha tomado el escritor para explorar "la manipulación del mundo de los sueños" y comprobar que "el vencedor está solo cuando se despoja de sí mismo, cuando deja que sus sueños sean manipulados por otros". "Hablo de la vanidad pero no la critico totalmente, porque todos somos vanidosos y algo de esta vanidad es necesaria, y ya lo dijo Salomón: Todo lo que hay bajo el sol es vanidad, pero me interesa -precisa- cómo para algunas personas la felicidad está en las marcas, en la imagen, en el dinero, y cómo destruyen sus vidas para conseguirlo. La felicidad está en lo sencillo, en lo esencial", recalca.

Pero este escritor que ha encontrado en la espiritualidad el camino, que conecta con millones de lectores en todo el mundo (lleva vendidos más de cien millones de libros) y que cree que ello se debe a que escribe "con honestidad", reflexiona sobre el amor y sobre los nuevos ricos forjados tras la caída del muro de Berlín en la Europa del Este.

Uno de los protagonistas destruye por amor. "No hay nada más grande que el amor -dice-, pero no se puede amar a nadie desde la posesión, porque estás perdido. Si te gusta una flor, ahí está la belleza, pero no puedes cortarla porque la condenas a la muerte eterna. Amor y posesión son enemigos", argumenta el autor de El Zahir.

En El vencedor está solo, Coelho habla de ese monstruo que llevamos dentro citando a Jekyll y Hyde y a la filósofa alemana Hannah Arendt y su libro Eichmann en Jerusalén, donde analiza el juicio de uno de los grandes asesinos nazis y reflexiona sobre cómo los psiquiatras encargados de examinarle concluyeron que era una persona normal. "Me interesa, porque el hombre puede mostrarse totalmente normal como una persona de buena apariencia, cercana, y ser a la vez un asesino en serie", explica el autor.

Pero Coelho quiere dejar claro que no es una novela policiaca, que no se va a subir a la moda de la novela negra, aunque confiesa que le ha gustado mucho la trilogía de Larsson por "retratar y denunciar muchas cosas".

Y es que él también es muy crítico con los abusos y las injusticias. "Creo que esta crisis servirá para que la gente vuelva a lo esencial, a la espiritualidad, porque no es justo que los que han provocado este desastre y provocado tanto paro no paguen nada. Siempre pagan los menos favorecidos", dice.

Paulo Coelho no concede muchas entrevistas pero sí está conectado con el mundo y la gente joven a través de internet, con su página web (www.elvencedorestasolo.es) y en la red social Twitter, donde el lunes puso varios de sus libros gratis para descargar y en dos días se produjeron hasta un total de 102.000 descargas. Ayer se cerró esta opción, pero sigue en comunicación con sus lectores, a los que dedica varias horas al día.

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