José María del Nido no se achanta ante la multitud de críticas e incluso mofas que ha recibido por su frase del león en la previa de la semifinal ante el Athletic. Más bien al contrario, anuncia que habrá más así en el futuro. Un futuro que compartirá con Jiménez "por muchos años", por cierto.
Hay cosas que en el Sevilla van a seguir teniendo vigencia a corto, medio y, según el caso, hasta a largo plazo. Una de ellas, como no podía ser de otra forma -ahí están los resultados para refrendarlo además- es el carácter del presidente, José María del Nido, reflejado en sus osadas declaraciones. La última -"nos vamos a comer al león de la melena hasta la cola", dijo antes de la semifinal ante el Athletic de la Copa del Rey- no le trajo demasiada suerte.
Pero dejó claro el dirigente que va a seguir arriesgando con sus palabras todo lo que sea necesario. "La frase del león es suavecita comparada con las próximas que proclamaré cuando el Sevilla esté en puertas de conseguir otro logro deportivo", señaló ayer Del Nido, que recordó que no fue cuestionado por sus declaraciones cuando dijo "Eindhoven sí o sí" o "David podrá con Goliat".
Otra de las cosas que mantendrá el mandamás sevillista, a tenor de su alocución en el día de ayer en la Fundación Cruzcampo, es al entrenador del primer equipo, Manolo Jiménez. "Estoy convencido de todas todas que Jiménez será el Arsene Wenger sevillista por muchos años", afirmó, al tiempo que insistió en cuanto a la renovación del técnico que ambas partes "convinieron aparcarla hasta el final del campeonato, entonces se hablará de este asunto". "Pero digo más, es un hombre de la casa y ni siquiera necesita contrato para continuar", añadió.
Y hay alguien más con quien Del Nido quiere contar en los próximos años, Frederic Kanouté, que ya expresó su deseo de incluso retirarse en el club nervionense. "A mí también me gustaría que Kanouté acabase con nosotros, aún tiene año y medio de contrato y no hay prisa para su renovación", se limitó a decir.
Más centrado en lo inmediato, es decir, en este fin de semana y en el encuentro ante el Málaga en La Rosaleda, el dirigente sevillista aseguró que se encuentra "bien" y que ya ha olvidado el varapalo de la Copa del rey porque el fútbol "es hoy, no ayer". "¿Que cómo me encuentro? Me encuentro tercero y estoy ilusionadísimo por los partidos que nos quedan, pensando ahora mismo en el Málaga, que es el objetivo principal".
Precisamente sobre el encuentro del domingo aseguró que "no tendría problemas en darle incluso los tres puntos" a los costasoleños. "Pero tenemos que sumarlos -matizó- porque nuestro objetivo es la Liga de Campeones. Tenemos muchos más lazos de unión que de desunión, las relaciones son de diez sobre diez, sólo el fútbol, lo meramente deportivo, nos hace enfrentarnos".
Por último, recordó que el Sevilla no tiene presión alguna en estos momentos. "La tienen el Atlético, el Valencia, el Deportivo, el Málaga y el Villarreal, que son los que nos miran la matrícula. Nuestra presión es alcanzar al Madrid, que es el segundo".
