"La cuestión de la elección de la sede queda cerrada y ahora vamos a centrarnos en ganar, porque al fin y al cabo estamos hablando de un evento deportivo y necesitamos el apoyo de todos para lograr que España consiga el triunfo deportivo". El presidente de la Real Federación Española de Tenis (RFET), José Luis Escañuela, zanjaba así la polémica suscitada por el descarte de Valencia en la carrera por la final, que defendió en su comparecencia junto al alcalde, Juan Ignacio Zoido, y el presidente de la Federación Andaluza, Juan Miguel Navas.
Un proceso que "ha respetado todas las garantías", explicó, basado en "criterios técnicos y jurídicos" que no consideraron el proyecto de la Federación Valenciana porque "no cumplía con los requisitos" del pliego de condiciones, que según dijo, ya era público desde antes de las semifinales disputadas en Córdoba, como así obliga la Federación Internacional (ITF), negando que hubiese una modificación posterior como denunció el proyecto valenciano, que no ha contado con el aval documentado de las instituciones de aquella Comunidad. "Es evidente que una final de la Copa Davis necesita de apoyo institucional", dijo.
"Mi preocupación es ganar la final, que ante un equipo del nivel de Argentina, resultará mucho más complicado que en las anteriores. No tengo dudas de que Sevilla y toda la afición española se va a volcar para llevar en volandas a nuestros jugadores", señaló justo después de recordar que en el proceso de elección de sede no actuó "como sevillano", sino con la responsabilidad y el rigor que corresponde "al presidente de la Federación Española".
"El éxito no se otorga, se conquista. Tengo que felicitar a Sevilla porque ha trabajado muy bien, ha presentado el mejor proyecto, avalado por su alcalde, pero también mi agradecimiento a Valencia, una gran ciudad". "El de Sevilla es un proyecto bien armado, con el apoyo del Ayuntamiento y la sociedad civil, que es muy importante en este proyecto", aseveró.
Escañuela recordó que la final de la Copa Davis, además del impacto económico directo estimado de 35 millones de euros, tiene una audiencia potencial en televisión de "2.500 millones de telespectadores", al tiempo que subrayó que sólo algunas ciudades provilegiadas pueden aspirar a organizarla, por cuanto la Federación Internacional exige determinados requisitos en cuanto a infraestructuras de transportes (aeropuerto), plazas hoteleras etc, reservadas sólo a "cuatro o cinco" ciudades en España.
Sobre el capítulo de las entradas que se pondrán a la venta, el presidente de la RFET desveló que se van a plantear algunas pequeñas modificaciones en el proyecto técnico para que el aforo pueda superar la cifra de 25.500 espectadores que refleja el dossier, y acercarse más a los 27.000 de 2004. De esa cifra, la Federación Argentina ya ha bloqueado el cupo que le correponde, aproximadamente unas 2.000. El alcalde apuntó en este punto que en las fechas de la final (2 al 4 de diciembre) "es periodo vacacional en Argentina", lo que unido a que es puente en España "disparará más si cabe la demanda de entradas".
"Si tuviésemos un aforo de 50.000 espectadores llenaríamos igual", advirtió Escañuela, quien dijo que estudiarán la propuesta de Juan Ignacio Zoido al respecto de reservar un cupo de entradas de venta exclusiva en Sevilla. La RFET informó en su página web que en el momento en que la ITF declare a Sevilla de forma oficial como sede de la final ofrecerá toda la información sobre fechas y formas de venta.
"Será una semana exultante, de gran ilusión y felicidad para la ciudad, pido que sepamos darle valor y disfrutar de la final más allá de los enormes beneficios económicos y de imagen internacional que implica", zanjó el presidente de la RFET.
Escañuela, abogado de profesión, tuvo tras el acto un recuerdo para el juez Francisco Serrano, en el trance de un juicio por supuesto delito de prevaricación. "Quiero mandarle todo el ánimo y mi apoyo a él y a su familia".
