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"Hacemos canciones sin edulcorantes ni fuegos artificiales"

Tres años después de ‘mi primer día', el grupo de la ‘fullería' vuelve para prestar su optimismo a todo aquel que lo necesite.

el 03 nov 2012 / 21:22 h.

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‘Bueno’ Rodríguez y Alberto ‘Trillo’, vocalista y director musical de Los Aslándticos.
La fullería cordobesa de Los Aslándticos llega de nuevo al panorama musical con un disco más meditado y comprometido en una época convulsa en la que precisamente el optimismo no tiene terreno abonado.

-El vocalista se llama Bueno Rodríguez y vuestro tercer trabajo se titula 'Lo bueno'. ¿Cuánto de bueno tiene este disco?
-Ahora mismo están las cosas más difíciles y es tan fácil que todo parezca que va mal y la gente está más achuchá. Por eso es ahora cuando hay que darle importancia a las cosas buenas que tiene la vida, el valorar las cosas pequeñas que tiene: echar una caña con un amigo, el poder decir te quiero...

-Pero ¿es fácil hacer un trabajo optimista en época de crisis?
-Nuestro estilo se caracteriza por el ánimo y el optimismo. Sabes que tienes un compromiso con la gente y tienes que aportar un granito de arena. Quizás nos ha servido de inspiración.

-Dentro de los temas que tocáis están temas duros como la violencia de género y otros más comprometidos con los movimientos de protesta en la calle como el 15-M.
-En Bien por ti sí que tratamos la violencia de género, pero desde el punto de vista de una mujer que ha podido salir de ese agujero y que se alegra. Además, sin referinos a ningún movimiento social en concreto, los vemos como una victoria del pueblo, de despertarse y unirse y salir a la calle juntos.

-¿También habéis salido a la calle a protestar por la situación del país?
-Nosotros tratamos de estar presentes con nuestra música, que puede ir con todo el que va a una manifestación o al trabajo. No pretendemos en ningún momento abanderar ningún movimiento, que no necesita para nada de nuestra bandera ni de la de nadie. Cuando hemos podido sí que hemos participado, cuando lo hemos creído justo. Lo bonito de muchas cosas que han pasado en este último año en las calles es precisamente que no haya ninguna bandera detrás, sino gente de todo tipo reclamando lo justo para vivir.

-¿Qué tipo de canción le dedicarían a los políticos en esta época de descreimiento hacia esta clase?
-Ya le dedicamos en el disco anterior la canción de El peor, y creemos que en nuestra onda hay cosas más bonitas para escribirle una canción que a los políticos. Pero le diríamos que desayunen All-bran (risas).

-Vuestro primer disco se llamaba El mundo está fatal de los nervios. Ocho años después de este trabajo, ¿qué os pone a vosotros fatal de los nervios?
-Estamos tan acostumbrados a estar a pico y pala que creemos que estamos curtidos ya. Con respecto a la industria de la música, nos pone de los nervios también la mediocridad de no pretender hacer las cosas bien de partida, y en este mundo algunas veces se nota, como en la vida política, cuando alguien se instala en un trabajo y da un poco de asco que no se lo tome con más pasión.

-Los críticos musicales han calificado vuestro estilo como música independiente. ¿Estáis de acuerdo?

-No nos gusta etiquetarnos en ningún género, ni independiente ni dependiente. Intentamos transmitir un sentimiento y no nos importa si al final nuestra música está cercana al pop, al reggae o al folk. La música independiente creo que es la que se hace primero y después se le busca un padrino. De todas formas, la frontera entre lo independiente y lo comercial hoy en día está muy difusa. Nuestro grupo ha pasado por diferentes etapas: con discográficas independientes, con multinacionales, sin editorial, pero la base de nuestro trabajo no ha cambiado. Nadie en la música te dice lo que tienes que hacer porque hoy en día es más fácil pasar de ti y no ficharte.

-Actualmente, con las plataformas en internet y las redes sociales. ¿Cómo veis el futuro del sector musical?
-Es el momento de que pasen cosas. Es en estos tiempos revueltos cuando salen las mejores ideas y se aprovechan los formatos mejor. La música es nuestra pasión y, por ejemplo, tener un vinilo no tiene punto de comparación a tener un disco duro con la discografía entera de un autor. Ahora se ha vuelto a la importancia de los singles, a las canciones, una vuelta a los años 50 o los 60 pero a través de iTunes o Spotify. No es el momento de discos supercurraos, con un sentido lógico, sino con unas grandes canciones.

-Y vuestras canciones ¿beben de las mismas fuentes que hace ocho años, cuando empezásteis? ¿Cómo habéis madurado?
-Nos han salido canas (risas), pero nuestros pilares básicos son los mismos. Nos gusta toda la música y todos los clásicos, desde Michael Jackson a los Beatles. Pero nuestro estilo ha ido creciendo junto a nosotros, no nos hemos querido quedar estáticos. En Lo bueno hemos querido vestir cada canción con el traje que mejor le venía, no nos ha importado el estilo que fuese.

-¿Veis este disco más reposado que los anteriores?
-Sí, por ponerle algún adjetivo a la música. Sin embargo, hay temas como Rescatar a la humanidad o Aléjate de mí que son tan movidos como cualquiera de los discos anteriores. Es verdad que es un disco hecho con más tiempo y las canciones y sonidos han estado más meditados, pero hay una continuidad en el mensaje positivo que hemos querido dar en todos nuestros discos.

-¿Algún elemento nuevo en 'Lo bueno'?
-No hemos recurrido a estilos nuevos. Siempre hemos dicho que hacíamos fullería -término acuñado por ellos- como una amalgama de estilos. A lo mejor suena una armónica que te recuerda al folk pero no es un tema folk para nada. Ahí está nuestro estilo de fusión. Hacemos canciones redondas, sin edulcorarlas y sin fuegos artificiales.

-Estáis ya girando por España.
-La gira de bolos comenzó el pasado 6 de octubre en Sevilla. Después en Jerez y Algeciras. El pasado sábado 27 presentamos nuestro trabajo en Córdoba, que para nosotros es muy especial. Después Granada, Málaga, Madrid, Valencia, Murcia y así hasta que se acaben las fronteras... (risas). Las salas se llenan y se llenan de buen rollo y además nos entienden cuando cantamos fuera de Andalucía.

-En el año 2009 vuestro vocalista e intérprete (Mario Díaz) abandonó la banda. ¿Cómo fue esta transición?
-A estas alturas ni me acuerdo muy bien. Bueno Rodríguez ya cantaba en el grupo y fue una trayectoria natural. Antes de aquella salida ya prentendíamos hacer un disco con más canciones de Bueno porque nos gustaban más. Fue más progresivo para nosotros que para el público.

-¿Qué queda de los adolescentes que cantaban detrás de una fábrica de un polígono cordobés?
-Queda lo mejor. La ilusión por la música. Empezamos sin ninguna pretensión y ahora llevamos viviendo de esto unos pocos años. Tenemos quizás más ilusión.

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