"Tocar en el Auditorio Rocío Jurado ya es una sensación bastante fuerte. Y si nos dan las palmas como siempre pasa en Sevilla, nos damos con un canto en los dientes", dice Pucho, cantante de Vetusta Morla , al otro lado del teléfono. Y las más de 5.000 personas que asistieron el viernes al Cruzcampus Festival no los defraudaron.
La banda madrileña, que estuvo por última vez en Sevilla en Territorios, presentó su nuevo álbum, Mapas, ante un público más que entregado. Un disco que llega tres años después de su primer trabajo, Un día en el mundo, con el que el grupo se consolida como uno de los fenómenos musicales del momento. "Había muchísimas experiencias que contar y que soltar. Probablemente porque había un poco de desbordamiento creativo después de la gira", asegura el vocalista.
Este Mapas se grabó "a la antigua usanza, con cinta analógica, grabando todos a la vez", afirma. "Queríamos canalizar esa energía que teníamos. Estábamos en un momento muy bueno en cuanto a empaque, a engranaje como banda", continúa Pucho, para quien este álbum ha sido un proceso de "recopilar todo ese bagaje del pasado, ponerlo en orden en el presente para interpretar un poco el futuro".
Los madrileños, que acaban de ser nominados a los premios Rolling Stone en cuatro de las cinco categorías posibles, así como a los premios MTV europeos en la categoría de mejor banda española, afirman no sentir ese boom que se les atribuye. "Para nosotros ha sido una progresión. Las cosas han ido sucediendo dentro de miniexplosiones", puntualiza el cantante.
Aunque sí admite que "hay más gente a la que le gustamos y por ello tenemos que ampliar los recintos en los que tocamos", para el grupo "tiene la misma importancia tocar ante 300 o 3.000 personas. Lo disfrutamos de igual manera. Son distintos pero estamos haciendo lo que nos gusta y lo estamos compartiendo con gente", confiesa el vocalista.
Para muestra, el concierto del viernes, que se prolongó más de dos horas, en el que el público se enganchó desde el principio aunque fueron los temas de Un día en el mundo, los que más corearon los sevillanos.
Pero para Vetusta Morla los comienzos tampoco fueron sencillos. "Nosotros no descartamos en una primera opción las discográficas, tanto pequeñas como grandes pero no se nos dio esa oportunidad". De ahí que el grupo creara su propio sello, Pequeño Salto Mortal, y que en 13 años de carrera tenga tan sólo dos discos en la calle. Quizá por eso, y porque hasta la publicación de Un día en el mundo, la banda no pudo dedicarse "exclusivamente" a la música, para ellos, como aseguró el cantante el viernes en el Auditorio, "hacer música es todo un milagro en estos tiempos que corren".
