Jóvenes al día

¿Haces lo de siempre por miedo a que te echen del trabajo?

La pregunta, el reto, lo lanzan los jóvenes de la agencia La Huerta, que ha ganado el concurso de Turismo de Andalucía para promocionar los hoteles rurales de tres estrellas Villas Turísticas

el 25 jul 2014 / 19:00 h.

10/07/2014CARLOS HERNÁNDEZMiembros de la agencia de publicidad La HuertaLa próxima campaña turística de Andalucía que oirá en la radio, verá en Youtube e incluso en el televisor ha salido de unos jóvenes, pero nada bisoños ni desorganizados estudiantes de publicidad. Ellos cinco son el grupo La Huerta y la campaña, la que promocionará los hoteles rurales de tres estrellas de la Junta, llamados Villas Turísticas. Han llegado hasta allí tras un certamen y dejar atrás a una quincena de grupos competidores. El premio, encargarse de la promoción de un cliente, la Consejería de Turismo, con un presupuesto tan limitado este año que no podía acudir a las agencias de publicidad ya consagradas. Y quizá la jugada le haya salido redonda. La campaña, que se resume en el eslogan Viajes de vuelta, invita a conocer estos establecimientos turísticos, pero estas líneas lo que buscan es que conozcan a los integrantes de La Huerta: Inmaculada Domínguez (23 años), Dolores Costa (22), Patricia Lucena (21), Carlos Conradi (21) y Daniel González (28).  Todos ellos crearon La Huerta a partir de la convocatoria de este concurso por parte del organismo público Turismo de Andalucía y de la profesora de Publicidad en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla Ana Cortijo. «Lo de La Huerta es porque todos nosotros venimos de pueblos... y queríamo algo natural como la vida misma. De hecho, casi nos decantamos por Regadera, pero el nombre ya estaba cogido en Sevilla», recuerda Dolores. «Y nos ha dado mucho más juego», apostilla. «Viajes de vuelta quiere comunicar lo esencial de los pueblos, la naturaleza, algo que se ha perdido en las ciudades pero que allí se mantiene», explica por su parte Carlos mientras todos ellos desvelan sus orígenes:Carlos es de Umbrete, Daniel de Aracena (Huelva), Dolores de San Sebastián de los Ballesteros (Córdoba), Patricia de Montemayor (también Córdoba) e Inmaculada de Los Palacios y Villafranca. La idea (claim en el argot publicitario) se les ocurrió en un viaje de vuelta desde Madrid. Eso sí, le estuvieron dando vueltas hasta el final hasta asegurarse de que se podía contar en pocas palabras y recordarse con facilidad. Para todos ellos esta es su primera experiencia laboral con un cliente real, recuerda Inma. Eso les ha obligado a cumplir los tiempos, añade. «Y hemos aprendido que se puede conseguir mayor eficacia cuando todos nos llevamos bien», agrega. Carlos explica que «nunca» deja de trabajar: «las mejores ideas se me ocurren de fiesta». El resultado son dos anuncios de 30 y 60 segundos. Y ahora llega lo más difícil: Inmaculada y Patricia señalan que deben empezar a funcionar con más clientes para sacar a La Huerta como empresa. «Sabemos que hay que trabajar muy duro». Inmaculada recuerda un consejo de la facultad: «Tenemos que ser ambiciosos y no  limitarnos a clientes pequeños». Porque estos cinco veinteañeros ya tienen claro que no tendrán mejores jefes que ellos mismos en un grupo cohesionado. Más cuando ella misma ve «muy difícil» que puedan entrar en empresas grandes del sector. Y la experiencia que tienen de compañeros o amigos que meten cabeza es que los empresarios pueden estar esperando ideas frescas... que los jóvenes empleados se callan «por miedo a que los echen si no hacen lo de siempre, porque nadie se puede permitir perder un trabajo». Y contra lo que dice el tópico, ninguno de ellos señala el extranjero como paraíso laboral al que ir cuanto antes. Al igual que al periodismo, la crisis económica ha hecho mella en la publicidad. «Muchas empresas la ven como un gasto cuando la mayoría de las empresas podría salir del agujero con una campaña de comunicación», sostiene Carlos como si no se le pudira rebatir. Dolores apunta: «No se refiere a auncios, a panfletos. Podemos saber qué necesita una empresa, minimizar sus debilidades y potenciar sus puntos fuertes». Carlos incide en que las empresas y la publicidad se tienen que adaptar a las nuevas tecnologías, esa asignatura que no se termina nunca de aprobar. «Internet te da la posibilidad de hacer campañas muy eficaces casi a coste cero», «como la que ha conseguido millones vendiendo un pixel a un dólar», tercia Patricia. Dolores explica para los no iniciados:«Lo que más cuesta es anunciarse en la televisión, en los medios de comunicación tradicionales. Y no tenemos problemas con las empresas pequeñas porque pueden ser más flexibles, precisamente por tener menos recursos». Inmaculada pone el dedo en la llaga: «Pero tienen que invertir más en creatividad, confiar en los profesionales de la comunicación, y pocos clientes te dan esa confianza, esa flexibilidad». Dolores retoma el hilo: «Nosotros sabemos analizar y corregir fallos. Debemos ser asesores en vez de plasmadores de la idea que traen en la cabeza los clientes».

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