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Economía

Hagamos todos una 'app'

Una herramienta de internet permite crear aplicaciones desde el teléfono móvil o la tableta aun sin nociones de tecnología.

el 25 abr 2014 / 22:23 h.

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Imagen Manolo y Jesús 1199 copiaa Cualquiera puede convertirse en el informático de su propia empresa. En cuatro o cinco horas, mientras se toma un café, el dueño de una zapatería, una peluquería o una óptica de cualquier ciudad puede elaborar una app personalizada para su negocio utilizando Mi Aplicación, una herramienta desarrollada por el ingeniero informático Jesús Valle que, junto con Manuel Hernández, han registrado la marca que acaba de salir a la venta. La idea es romper la brecha entre las grandes empresas y las pymes o pequeños autónomos, que no suelen tener acceso a estas aplicaciones informáticas, cada vez más útiles a la hora de atraer clientes y comunicarse con ellos. Sus creadores destacan la sencillez de la aplicación.«Yo he hecho la prueba con mi mujer, que sin tener conocimientos informáticos previos, en unas horas ha creado la app para un taller de costura», explica Hernández. El programa para diseñar la aplicación se puede descargar de Google Play buscando la marca MovilidApp –para Android, que es el sistema operativo del 90 por ciento de los dispositivos– y permite configurar las páginas de la app con distintas opciones: una pantalla principal con la descripción del negocio y su ubicación, un apartado para productos y servicios que permita mostrar el catálogo, otro para novedades, noticias, una galería de fotos... existe incluso la posibilidad de incluir un chat, parecido a Whatsapp, que fue sugerido por uno de los primeros clientes y que se ha incorporado al catálogo. También se pueden alojar las redes sociales, y existe la posibilidad de hacerlo de forma que los contenidos que se carguen en la aplicación se trasladen de forma automática a Facebook, Twitter o cualquier otra red social, evitando al propietario el doble trabajo de tener que actualizar el contenido en cada una. La herramienta permite definir el tipo de letra y los colores que se usarán en la página e introducir contenidos en distintos formatos, para lo que puede usarse la nube. Durante todo el proceso, el emprendedor puede comprobar cuál va a ser la apariencia real que tendrá la aplicación, lo que evita las «sorpresas» de fiarse de la previsualización de los contenidos. Todo este proceso, incide Hernández, es gratuito, sin que se realice ningún pago hasta que el cliente «esté totalmente satisfecho con el resultado y quiera colgarlo en Google Play». El trámite pasa por que el usuario, una vez diseñado su dispositivo, se lo envíe a los administradores, que rediseñan algunos conceptos y crean los banners de publicidad si el cliente quiere, para luego incluirlo en la tienda de Google Play. También se puede descargar a través de un código QR para que los dispositivos móviles lo lean directamente. El programa se complementa con un servicio técnico gratuito y ofrece intercambiar publicidad sin coste alguno durante los seis primeros meses con otras empresas. Los propios administradores elaboran los banners, que se alojan en un espacio publicitario compartido con otras aplicaciones. También existe la posibilidad de incluir en la aplicación el enlace a una plataforma de venta on line, en este caso de pago, que ofrecen los responsables de esta aplicación. Pero si hay una ventaja competitiva que destaca Hernández, ésa es el precio del producto:«Una zapatería no puede gastarse 8.000 euros en una aplicación para dispositivos móviles, que es lo que puede invertir una empresa de grandes dimensiones para conectar con la clientela, pero sí le compensan los 395 más IVA de este producto», gracias al que puede poner toda la información sobre su negocio al alcance de smartphones y tabletas. El servicio no tiene ningún coste de mantenimiento, por lo que durante el primer año no existe ninguna cuota adicional. A partir del segundo sí se cobran 50 euros anuales por el alojamiento de la aplicación y por realizar las copias de seguridad necesarias. La idea de estos dos emprendedores andaluces se puso en marcha cuando Jesús Valle, onubense asentado en Sevilla desde su etapa universitaria, solicitó una excedencia por motivos personales en la empresa Sadiel y, al percibir un nicho de mercado en el ámbito de las app para pymes, comenzó a desarrollar Mi Aplicación apoyado por una subvención de 2.000 euros que le concedió la Junta de Andalucía en concepto de fomento para el trabajo autónomo. «En realidad la creación de la aplicación no exigió una inversión económica, sino de horas de trabajo, de tiempo trabajando sin cobrar», aclara Hernández, que precisa que fueron necesarias «en torno a 1.400 o 1.500 horas» para sacar adelante esta herramienta. Este sevillano se unió al proyecto como responsable comercial este año, cuando han comenzado a dar a conocer el producto ya terminado. Con su primera decena de clientes, los socios realizaron ellos mismos la aplicación –una opción que estos emprendedores mantienen, aunque cuesta el doble–. Con esta experiencia piloto comprobaron algunos fallos técnicos que ya se han subsanado. Aparte de eso, los clientes han empleado el servicio técnico, mayoritariamente, porque no recordaban las claves de acceso o para actualizar los contenidos. Otro de los servicios que se ofrecen es el envío de información estadística sobre el número de personas que se han descargado la aplicación de su negocio y sobre la cifra de visitas que ha tenido su banner.

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