Hasta las campanas de la Basílica repicaron de gozo para realzar tan histórico momento. Quince meses de obras y una inversión de 1,2 millones han sido necesarios para que la Macarena inaugurase ayer las dependencias de su nuevo y remozado museo, un espacio moderno y de vanguardia cuya realización el cardenal Carlos Amigo llegó a comparar con la "locura" que idearon los canónigos sevillanos al proyectar la Catedral. Según la leyenda, dinero: "Hagamos una tal y tan grande que los que la vieren finalizada nos tomen por locos".
El nuevo museo dispone de 800 metros cuadrados distribuidos en tres plantas en las que se asume el reto de ofrecer una visión de la Semana Santa de Sevilla empleando como ejes la historia y la singularidad artesanal de los enseres procesionales y litúrgicos que ha ido atesorando la hermandad en sus más de cuatro siglos de existencia.
Un recorrido por las diferentes salas bastó para dejar asombrados a los primeros y privilegiados visitantes. "No podía ni soñar que estuviera tan bien realizado y con tanto gusto", refirió el cardenal a los periodistas después de estampar su firma en el libro de visitas de la hermandad. Tan entusiasmado quedó el prelado con lo que vieron sus ojos que instó a todas las hermandades sevillanas, cada una dentro de "sus posibilidades", a dar a conocer su patrimonio, de manera que no permanezca "guardado en los arcones". "Necesitamos personas que se arriesguen y pongan a la vista de todos estos tesoros que están llenos de fe y de esperanza", apostilló Amigo.
En su alocución desde el presbiterio de la Basílica a los invitados a la inauguración del museo, el cardenal felicitó a la hermandad por la culminación de tan importante proyecto y destacó que todas las cosas "admirables" que en él se muestran no tendrían sentido "si no se mirasen con los ojos de la fe". "Ni tradiciones, ni sentimientos. Todo esto o tiene como fundamento la fe o simplemente será muy bonito pero estaría muerto". Amigo también se dirigió al alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, para felicitarle por tener una ciudad en la que "todos podemos vivir en paz, pero sin renunciar nunca ninguno a sus convicciones más profundas".
El regidor hispalense, por su parte, confesó sentirse "conmovido" por participar en un acto como el de ayer y aseguró que la colaboración tanto de la Gerencia de Urbanismo como del Consorcio de Turismo para hacer realidad el museo constituye "una inversión que hacemos desde los poderes públicos porque se lo merece, por todo lo que significa la Macarena en esta ciudad".
Sánchez Monteseirín destacó que estas nuevas dependencias "servirán para algo que a los sevillanos nos encanta: poder tener la oportunidad de explicar a los de fuera las claves de la Semana Santa". Juan Ruiz Cárdenas, hermano mayor de la Macarena, su-brayó que el de ayer era "un día histórico" para los macarenos, ya que por fin había "eclosionado un sueño" gestado desde 2001, cuando empezaron a darle vueltas al modo de "aplicar la técnica más apropiada para la conservación de un edifico del que se puso la primera piedra en 1941".
Ruiz Cárdenas también se felicitó por la reciente noticia del ingreso de la Basílica como centro de peregrinación para el turismo religioso, lo que la sitúa entre el grupo de seis santuarios y abadías más importantes de España. El hermano mayor se mostró especialmente "orgulloso" de que los responsables de llevar adelante las obras hayan sido "gente de Sevilla, de Utrera y de Morón, gente de la nuestra", al tiempo que agradeció a la Caja de Ahorros del Mediterráneo y al Ayuntamiento su colaboración para impulsar el proyecto. Modestro Crespo, presidente de la CAM, felicitó a la hermandad por la reutilización de "un espacio cultural de primera línea" y se mostró convencido de la buena acogida que tendrá el museo.
