La llamada se produjo ayer y "la hermandad recibió la noticia con mucha alegría, pero aún se desconoce en el pueblo", salvo entre las personas más próximas a la hermandad de la Virgen del Rosario y el párroco. Y es que, el hallazgo no sólo es importante por el alto valor artístico e histórico de una pieza barroca "de incalculable valor", sino que el Niño Jesús aúna la devoción de muchos sanjuaneros. De ahí que el alcalde, Fernando Zamora (PSOE), presente en el acto de entrega, agradeciera la importante labor de investigación realizada por los agentes de la Policía Nacional.
Las pesquisas que han llevado a su localización, de las que se encargó el grupo de Patrimonio Artístico de Sevilla, se han centrado a lo largo de estos siete años en el mundo de las antigüedades y los marchantes de arte. No fue hasta el pasado mes de febrero cuando las investigaciones les acercaron hasta un vecino del Polígono Sur que podría tener en su vivienda una talla similar a la sustraída.
Finalmente, el pasado miércoles la Policía Nacional detuvo a este vecino, identificado como M.Á.O.M., de 32 años, y con varios antecedentes anteriores por delitos contra el patrimonio. Uno de los agentes que ha intervenido en el caso explicó que "al menos ha pasado por dos manos desde que fue sustraído", si bien al parecer la persona que lo tenía en su casa fue la misma que realizó el hurto en 2003.
La Policía Nacional realizó gestiones con la Delegación Provincial de Cultura y la Universidad de Sevilla que concluyeron que la imagen era merecedora de ser considerada parte de Patrimonio Histórico Andaluz.
Los hechos. Días después concluir la restauración llevada a cabo por el imaginero Francisco Berlanga, las imágenes de la Virgen del Rosario y el Niño Jesús, ambas del siglo XVIII y atribuidas a Cristóbal Ramos Tello, fueron puestas al culto en la parroquia de San Juan Bautista. El hermano mayor recordaba ayer lo sucedido: "Las imágenes se pusieron al culto en la parroquia porque la capilla de la Virgen del Rosario estaba de obras. Fue en horario de culto".
Mientras el sacristán preparaba el altar antes de la misa de ocho y media de la tarde del viernes 22 de agosto de 2003 alguien entró en la parroquia y se llevó la talla. Como informó entonces la Policía Nacional, el autor sabía bien lo que hacía por el valor de la talla, de unos 30 centímetros de alto, símbolo de la riqueza escultórica y devocional de San Juan de Aznalfarache. Fue el diácono el que avisó a Arévalo, entonces mayordomo, quien contó ayer que todos lo sintieron mucho, "sobre todo los hermanos de más edad". Nada más ocurrir el robo, "en San Juan se hizo una campaña de búsqueda", según apuntó el alcalde, de ahí que la hermandad vaya a decidir en cabildo de qué manera se va a presentar de nuevo al pueblo: "Puede ser en la parroquia de San Juan Bautista, que fue donde ocurrieron los hechos. Queremos hacer un acto extraordinario para ponérselo de nuevo a la Virgen".
Perdida la esperanza de encontrarlo, la hermandad encargó a Berlanga a comienzos de 2004 una réplica de la imagen: "Él había hecho la restauración y tenía muchas fotos del original, por lo que no tuvo problemas". Ahora la copia "se pondrá en las dependencias de la hermandad". Un cabildo decidirá cuándo los vecinos de San Juan de Aznalfarache recuperarán al culto al Niño Jesús de la Virgen del Rosario, perdido y hallado siete años después.
