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Hallados los cuerpos de una mujer y su hijo desaparecidos hace 18 años

Los cadáveres estaban en el pozo de una finca en Huelva, cuyo dueño tenía relación con la víctima.

el 20 sep 2011 / 06:17 h.

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Los restos de una mujer sevillana y de su hijo de cinco años fueron hallados la semana pasada bajo tierra, dentro de un pozo en una finca de Almonaster la Real (Huelva). Las primeras pruebas policiales determinan que los cadáveres llevaban más de 18 años enterrados. La Policía Judicial está al cargo de la investigación que se encuentra bajo secreto de sumario, según adelantó el diario Odiel.

El dueño de la finca donde se han encontrado los cuerpos, en paradero desconocido, tenía una relación sentimental con la mujer, según fuentes de la investigación. El alcalde del municipio identificó a la víctima como "una funcionaria sevillana de la Junta de Andalucía".

Por ahora sólo se ha confirmado que los huesos encontrados en el agujero no pertenecen a personas del municipio ni de los alrededores (no hay registradas desapariciones en la zona). Al no ser vecinos de Almonaster, apuntó ayer el alcalde, la localidad afronta este suceso con "calma". La mujer y su hijo desaparecieron hace 18 años a unos tres kilómetros de Almonaster. La Policía emprendió hace tres meses una intensa investigación hasta que, el jueves pasado, dio con los cadáveres enterrados en el fondo de un pozo bajo un alcornoque, el segundo desde una aldea cercana (Calabazares).

En el interior de un pozo construido a ras de suelo, estaban los cuerpos de la madre e hijo de cinco años. Sobre ellos arena y piedras que la Policía Judicial tuvo que retirar sacarlos. En el pozo, enterrada, también encontraron una bicicleta de niño. Los agentes no descartan que el crimen fuera cometido en otro lugar y que los cuerpos fueran arrastrados y enterrados en el enclave donde fueron hallados. Hoy día el sitio forma parte de una ruta senderista, más o menos transitada, pero hace 18 años era un terreno apartado y de difícil acceso.

El propietario de la finca, uno de los sospechosos del macabro crimen, es de nacionalidad boliviana. En Almonaster la Real, los dueños de un restaurante donde "paraba mucho" este hombre aseguraron que si no habían vuelto a ver a la mujer y al niño que solía andar con él es porque se había "separado".

Al parecer, según otras fuentes que cita Odiel, se trataría de un hombre que tuvo en Huelva capital un negocio relacionado con la enseñanza (una academia de clases particulares). También se le conocen diversos problemas legales relacionados con un posible título académico "falso". Por su parte, en Almonaster la Real recuerdan que la mujer "era de Sevilla y trabajaba como funcionaria en la Junta de Andalucía".

Uno de los linderos próximos a la finca relató ayer que el hombre tenía "mucha amistad" con ciertas personas que viven en Calabazares, una cercana aldea donde sus habitantes dicen "no saber nada". "No hemos vuelto a ver a este hombre, pero venía a principios de los 90 con un ligue y decían que el hijo era de ambos", explicó el vecino, que pide mantener su anonimato.

El alcalde pedáneo de Calabazales, Modesto Santos, afirmó que hasta que apareció la Policía para llevar a cabo la investigación del suceso, nunca antes habían visto ni escuchado nada extraño.

La Huerta del Cura, como se conoce a la finca donde han sido hallados los cuerpos, está en el antiguo Camino Real de Sevilla, en una zona de difícil acceso, a cerca de medio kilómetro de la carretera, situado entre dos arroyos que cortan el camino. Está aislada por arbustos que hay que sortear agachándose casi a ras de suelo. Este angosto paso, cuya anchura es menor a un metro antes de llegar a la finca desde Calabazares, da acceso a cuatro alcornoques de grandes dimensiones que ensombrecen el lugar donde yacían los cadáveres enterrados en un pozo, precintado ahora por la Policía Judicial.

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