El cadáver, con evidentes signos de violencia, tuvo que ser desenterrado en las inmediaciones de una rambla cerca de la Plataforma Solar de Tabernas. La Guardia Civil cortó el camino de tierra de acceso para recabar pruebas.
Los padres de Rosa denunciaron su desaparición la noche del lunes al no tener noticias de ella desde que fue vista por la mañana en un polígono industrial de la localidad cuando se dirigía a un taller de empleo en su coche. Desde entonces, medio centenar de agentes, apoyados por perros y un helicóptero, rastrearon el pueblo y ampliaron la búsqueda, en la que colaboraron unos 300 vecinos, a zonas de la vecina Olula del Río como las canteras de piedra.
El exmarido, Óscar P.F., de 35 años, fue detenido tras prestar declaración ante la Guardia Civil. El mismo día de la desaparición acudió a un hospital de Baza (Granada) para curarse un corte en la mano que según declaró se hizo al darle de comer a la hija que la pareja tenía en común y cuya custodia compartían desde que se separaron hace dos años.
Rosa nunca denunció malos tratos pero la relación entre ambos era tensa. La Guardia Civil también ha interrogado a un amigo del exmarido.
