Golpe letal a ETA. El comando Erreka -arroyo en euskera-, integrado por los hermanos Aitor e Igor Esnaola , almacenaba en su caserío de Legorreta casi 1.000 kilos de explosivos en lo que supone el mayor arsenal de la banda desde la desarticulación a principios de 2010 de la base etarra en Óbidos (Portugal) , donde guardaban 1.500 kilos, 300 de ellos listos para usar. El de ayer se trata del mayor depósito hallado hasta ahora en España.
Según confirmaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista, los dos etarras arrestados ayer tenían 850 kilos de nitrato amónico , 13,5 de pentrita y 100 litros de combustible; así como tres detonadores y material para confeccionar artefactos. Además, la Guardia Civil incautó material informático y documentación de la banda terrorista, donde los agentes esperan hallar pruebas de la implicación de los dos detenidos en varios de los atentados cometidos por ETA en la zona en los últimos años.
En la operación participaron unos 200 guardias civiles, que peinaron los 800 metros cuadrados del caserío de los Esnaola.
Con el descubrimiento de ayer asciende a cerca de cuatro toneladas de material para la fabricación de explosivos incautado a la organización desde 2009, según los datos recogidos por Europa Press. De hecho, la desarticulación del comando Erreka, supone el cuarto mayor golpe al almacén de la banda en los últimos doce años. ETA utilizó para el brutal atentado en la T-4 de Barajas de 2006 hasta 500 kilos.
Los hermanos Esnaola Dorronsoro, detenidos la pasada madrugada en Legorreta por colaborar con las actividades logísticas de ETA, eran dos deportistas especializados en el deporte tradicional vasco conocido como trontza, consistente en serrar troncos de árboles de distintas medidas en el menor tiempo posible.
Ambos hermanos formaron equipo en numerosas competiciones celebradas en Guipúzcoa en los últimos años. Llegaron a participar como trontzalaris en un proyecto organizado por la Fundación Oreki en 2007 sobre actividades deportivas "para la promoción de un estilo de vida saludable y activo, la prevención del dopaje y la promoción de los valores del deporte".
Compaginaban su afición por el deporte con su relación con el entorno de ETA. Figuraron en las listas de Euskal Herritarrok (EH) para las elecciones municipales de 1999. Aitor acudió como suplente en las listas de la localidad de Gaztelu e Igor como número nueve en la lista de este partido ilegalizado por Legorreta, según informó Europa Press.
Aitor e Igor Esnaola fueron detenidos por formar un talde de legales -no fichados por las fuerzas de seguridad- que colaboraba con la banda a la hora de suministrarle armas y explosivos.
La presión de las fuerzas de seguridad ha llevado a ETA a recurrir a esta figura de miembros legales en el País Vasco. Se trata de personas no fichadas por las fuerzas de seguridad, lo que les permite llevar una vida normal entre la sociedad vasca al tiempo que colaboran con la banda dificultando su identificación. De hecho, Igor tenía una empresa dedicada a la producción de cordero lechal del País Vasco y anunciaba sus servicios por internet.
Ambos hermanos formaban parte del comando Erreka, operativo al menos desde 2002, según informó el Ministerio del Interior. El nombre de Erreka ya figuraba en la documentación intervenida en Francia a Juan Ibón Fernández Iradi Susper, detenido el 19 de diciembre de 2002 en Tarbes (Francia), en una nota que incluía, codificada, la identidad de los componentes.
Unas detenciones que censuró la izquierda abertzale, que afirmó que los últimos arrestos de presuntos miembros de ETA en Guipúzcoa son muestra de "la agenda política envenenada que Madrid quiere imponer a nuestro pueblo". En un comunicado, denunció las detenciones y mostró "su honda preocupación por el trato que puedan recibir las personas detenidas de manos de la Guardia Civil".
En total son 40 las personas detenidas por su relación con ETA desde la declaración del alto el fuego decretado el pasado 10 de enero. En estos tres meses los arrestos han corrido a cargo de la Guardia Civil, la Policía, la Ertzaintza, la Gendarmería francesa y la Policía Judicial gala.
