Álvaro Vadillo intenta irse de Dani Benítez.
El Betis ya no es de Segunda sino de Primera, la temporada ya no es de 42 jornadas sino de 38, los ingresos de televisión ya no serán de 2 millones sino de 28... y así podríamos seguir y pasarnos toda la página enumerando las muchas diferencias que hay entre el pasado reciente y el futuro a corto plazo del club verdiblanco y su afición. Pero hay cosas que no cambian, por suerte para los que aman el verde y el blanco y los que se ganan la vida defendiendo esos colores. Lo primero es Pepe Mel. Muy bien el técnico en su segundo debut en Primera, porque el primero queda ya tan lejano, una década ha, y fue tan fugaz, 26 jornadas, que casi debe de parecerle irreal. Su Betis, en efecto, quiere ser el mismo que ascendió a Primera: un equipo alegre, ofensivo, amante del balón y enemigo de la racanería. Sólo se trata del primer partido y hubo desajustes y detalles mejorables, lógico, pero el fondo de la cuestión, la identidad, aquello en lo que cree su técnico, continúa tal cual. Y encima acertó con los cambios. Felicidades, pues.Rubén Castro también continúa siendo Rubén Castro. No el que casi nunca lució en Primera lo mucho que exhibió en Segunda a lo largo del último trienio (que pregunten a las hinchadas del Huesca y el Rayo), sino el que lideró el Betis del ascenso. Se reencontró el canario con la división de honor, su hábitat natural digan lo que digan las estadísticas, y marcó casi cuatro años después de su última diana en la categoría, un lejanísimo 2 de diciembre de 2007 ante Osasuna que al ariete igualmente debe de sonarle casi a prehistoria.
El Betis de esta Liga también sigue siendo el Betis de la pasada en otros detalles, como el buen momento de Casto, la serenidad de Dorado, la inevitable tarjeta amarilla de Iriney, la jerarquía de Salva Sevilla o el innegable feeling que existe entre Rubén Castro y Jorge Molina. También hay novedades, como el oficio de Mario y Chica o las prometedoras aunque pocas apariciones de Jefferson Montero. Y por supuesto habría que hablar de Vadillo. Tiempo habrá. Sólo fue su primer partido y al chaval le quedan mucho trabajo y mucho fútbol por delante. Al Betis, también.
