-¿2010 ha sido un mal año bursátil?
-Hay que diferenciar mucho entre España y otros países. La bolsa nacional ha caído un 18% pero ésa no ha sido la tónica general en el mundo. A nivel internacional, tanto los mercados de renta variable de bolsa como los de crédito y bonos han ido muy bien. En Europa hemos tenido índices como Alemania que ha subido muy fuerte y la bolsa norteamericana ha crecido más del 10%. El Íbex ha sido la excepción, debido a los problemas de la banca y la deuda española. No obstante, dentro de España ha habido valores que han subido el 60%, como Iberia. 2010 ha sido un año importante en la evolución económica y los mercados se han estabilizado.
-¿Cuál es la tendencia en 2011?
-Ha empezado bien. De hecho, marcábamos un objetivo del Íbex por encima de los 12.000 puntos. Es verdad que hay riesgos macroeconómicos que están pesando en los mercados y que se sitúan sobre todo en la deuda periférica europea y en la norteamericana. A ello se suma el riesgo de inflación por la subida de las materias primas. Eso hace que se prevea un alza de tipos y genera turbulencias. Dicho esto, en general el tono es más positivo que negativo.
-¿Habrá suficiente demanda para la oferta que van a presentar en los mercados las cajas reconvertidas en bancos?
-Hay liquidez de sobra para atender estas salidas de bancos procedentes de cajas que se van a producir. La única duda que podemos tener es que salgan a un precio atractivo y para ello van a tener que afilar mucho el lapicero porque el mercado es muy competitivo. Además, España es un país que no está de moda en la inversión internacional y eso genera mayores dificultades. Pero irá bien.
-Algunas, como Banca Cívica, apuntan al exterior.
-Va a ser obligatorio porque es donde hay más liquidez. No hay que olvidar que la bolsa española en más del 40% está en manos de inversores internacionales. En cuanto a las emergentes, han tenido un mal comienzo de año, pero va a seguir siendo una inversión atractiva.
-¿Cuáles son los servicios financieros más aconsejables para los ahorradores?
-El mercado de inversión está lleno de productos y hay una variedad enorme, sobre todo cuando nos movemos en el plano de la inversión internacional y eso hace que el ahorrador tenga muchas opciones. Una cosa importante para una empresa como Renta 4 es entender a este cliente y a partir de ahí ofrecer una buena cartera de productos respondiendo a su perfil. Hay productos como fondos de tipo mixto, alternativos (que no van con la dirección del mercado sino que tratan de hacer una gestión de retorno absoluto), los de renta fija, variables, materias primas... Lo importante para el inversor es hacer su ejercicio con su asesor, que éste vea su perfil y que así diseñe la cartera más adaptada.
-¿Entran muchos particulares con la crisis?
-La crisis ha provocado la entrada de inversores particulares, porque la situación favorece dos cosas. Por un lado, que baje el consumo y crezca el ahorro. Y por otro, que ese ahorro haya evitado el sector inmobiliario, que está en crisis. Las familias y particulares tienen que invertirlo y cada vez más lo destinan a productos de inversión. En 2009 y 2010 ha entrado dinero en el mercado. De hecho, en Renta 4 hemos cerrado el año con cifras récord de 5.200 millones de patrimonio administrado.
-¿Y el comportamiento de los fondos de pensiones?
-Ha habido mensajes a nivel fiscal no muy correctos en el sentido de hacer dudar de si se iban a mantener o no los beneficios a los fondos de pensiones. Algunos cambios normativos tampoco han favorecido el ahorro, y esto es ir en la dirección incorrecta, porque hay que fomentarlo a largo plazo, ya que la pensión pública se va a someter a grandes recortes en el futuro.
-¿Y este año mejorará una vez reformado el sistema?
-Creo que sí, ya que el particular que no haga una previsión para su jubilación está corriendo serios riesgos de cara a esos años.
-¿Qué sectores van a funcionar mejor en el parqué?
-Hay que hablar más de valores. Hay que fijarse no sólo en la calidad de la empresa sino también en el precio. Como Renta 4 nos hemos fijado más en valores defensivos, vinculados a cuestiones como la alimentación, como un Danone, un Nestlé, Ebro Foods... O los relacionados con el petróleo, como Repsol o Epson. También las operadoras de telefonía o las eléctricas, que tienen un dividendo muy estable. Quizá evitamos más por ahora el sector bancario, porque esperamos precios más bajos y toda la avalancha de cajas puede presionar a los valores y abrir nuevas oportunidades interesantes.
-¿Qué supone en su negocio haber adquirido un banco (el Alicantino)?
-Es una evolución natural de nuestra actividad. En Renta 4 más de 5.200 millones en depósitos en valores de clientes. Somos una entidad financiera con una dimensión de cuentas muy elevada y hacer nuestra actividad con el estatuto banco, bajo la supervisión del Banco de España y con más amplitud operativa, ya que permite tener una cuenta bancaria vinculada a la de inversión, es muy positivo. No vamos a entrar en banca comercial. Muchos clientes nos lo habían pedido. Tenemos 46.000 directos y 100.000 indirectos a través de redes de terceros.
