Economía

«Hay que aprovechar la capacidad y sabiduría de una persona de 65 años»

Es presidente de Asisttel, especializada en la asistencia a mayores y la mayor de las sociedades que conforman el grupo familiar Velo Carrasco. Con el desarrollo de la ley de dependencia, lejos de sufrir la crisis, disfruta un momento de intenso crecimiento.

el 20 mar 2010 / 21:47 h.

Francisco Velo, presidente de Asisttel, en la unidad de estancia diurna de Tomares, la mayor de España.

-¿Qué es Asisttel?
-Asisttel nace en 1993 con la introducción de la teleasistencia en Andalucía, en la que fue pionera.

-¿Cómo se le ocurre apostar por ese negocio? ¿Un visionario?
-Teníamos relación con una familia de Israel a través del director general de otra empresa y los primeros equipos se importaron de allí. Visionario quizás fue más él que yo. El mundo de la tercera edad se veía que iba in crescendo y había que prestar servicios adecuados a sus necesidades.

-¿Cómo ha evolucionado la teleasistencia en estos 17 años?
-No existía ley de dependencia y los recursos que se prestaban eran privados. La teleasistencia llega por la sensación de soledad que tiene la persona mayor, ése es su principal problema. Es un recurso para conectarla ante cualquier vicisitud que pueda ocurrirle. No se puede establecer la teleasistencia como un recurso que sana una enfermedad sino para dar compañía. Llega una hora de la tarde en la que la persona necesita hablar.

-Su uso va desde el aviso de una emergencia hasta recordar la ingesta de una pastilla...
-Es un recurso que ha evolucionado mucho porque lo que era teleasistencia primaria -prestación de un servicio a tiempo real-, se ha transformado en buscar cualquier recurso. Es un manos libres para una persona que, en un radio de unos 150 metros dentro de su casa permite, con sólo apretar un botón, entablar una conversación con la central.

-¿Es un servicio asequible?
-En Andalucía es distinto que en el resto de España. Por suerte para el ciudadano andaluz más que para el empresario, la Junta de Andalucía tiene un gran servicio de teleasistencia.

-Es díficil competir con eso...
-Los recursos, cuando los paga la Administración, son bastante más cómodos para el usuario. Aun así las tarifas son muy bajas, 21 euros al mes. La teleasistencia, que fue el origen de la empresa, hoy día no ocupa lugar. En vista de que la administración es tan fuerte, desviamos la atención a otras actividades como las unidades de estancia diurna, las residencias, la ayuda a domicilio...

-¿Cómo fue el año pasado en números para la empresa?
-Crecimos por encima del 70% y facturamos 6,37 millones. En plantilla cerramos con más de 400 y este año superaremos con creces las 550. La realidad es que estamos en un proceso de expansión bastante grande, con mucha innovación, que hace que nuestra solidez no esté en los números sino en la calidad del servicio que prestamos. Asisttel se divide en cuatro áreas de negocio, una de guarderías de niños de 0 a 3 años, con más de 700 niños en las provincias de Cádiz, Huelva, Sevilla y Granada. Otra rama son los centros de atención a mayores, que engloban las unidades de estancia diurna, residencias, unidades de estancia nocturna -acabamos de abrir la primera en Andalucía- y unidades de estancia diurna los fines de semana y festivos. La otra pata es la ayuda a domicilio. No sólo estamos en la provincia de Sevilla, sino también en Cádiz y Granada. Y la formación de auxiliares de clínica, que nació hace dos años, con la ventaja de que las prácticas se realizan en nuestras instalaciones. Trabajamos con la Junta y distintos municipios para enseñar cómo tratar a las personas con discapacidad.

-¿Prevén nuevas aperturas?
-Sí. Dentro de nuestro presupuesto tenemos como mínimo la apertura de tres unidades de estancia diurna y dos residencias. No puedo concretar dónde. Hay muchos más proyectos. Sobre la mesa tengo al menos siete residencias en distintas provincias con problemas de continuidad.

-¿Los bancos siguen con el grifo cerrado?
-El problema de la banca al principio era que el retorno de la inversión en un centro no lo veían tan claro. Hoy día no tenemos demasiados problemas siempre que el proyecto sea viable.

-Ir de la mano de la Junta con las plazas concertadas debe ser una tranquilidad...
-La concertación con la Junta y con los ayuntamientos tiene un problema, principalmente en los ayuntamientos, porque están pasando por una situación muy delicada. La realidad es que hay municipios que tienen un alto endeudamiento con nosotros por retraso en el pago. Algunos tardan cinco o seis meses, pero otros deben desde hace dos años. La cuestión es que el principal coste de la ayuda a domicilio son los gastos de personal y hay que pagar las nóminas. El dinero lo reciben los ayuntamientos con seis meses de antelación a la prestación del servicio, pero el problema es que tienen una caja única y otras prioridades.

-Ahora está abierto el debate de la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años ¿es viable, tiene fundamento?
-Creo que la sociedad desaprovecha mucho la sabiduría de la persona. Las capacidades muchas veces se pierden o se truncan como consecuencia de los fatídicos 65 años. Hay personas que con 65 que son unos niños y otras que con 40 o 50 no tienen más que dar de sí. Distinto es que la administración tenga que reajustar los presupuestos y acoplar los plazos de vida laboral para que la persona que ha trabajado tenga derecho a que sus prestaciones futuras estén cubiertas. Es una maniobra más económica que política.

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