Francisco Vela (Mairena del Aljarafe, 1966) es el consejero delegado de Liconsur, una empresa dedicada en la gestión integral de servicios industriales que da empleo a más de 200 personas y que ahora se lanza a expandirse por todo el territorio nacional, con la apertura de once delegaciones durante el próximo mes. Su filosofía, la excelencia, el buen trato al cliente y al trabajador, e intentar quitar del vocabulario la palabra crisis en estos tiempos.
Se lanzan a abrir delegaciones por toda España en plena crisis. ¿Cuál es su secreto? La excelencia y la calidad en el servicio han sido muy importantes durante los 22 años de historia que tiene la compañía. Nuestra política empresarial se ha basado en eso, y no solo de cara a los clientes, sino también hacia los trabajadores. Hemos intentado ser diferentes y eso nos ha ayudado a trabajar con grandes clientes, pero no podíamos darle cobertura a nivel nacional. A partir de ahora sí. Hemos llegado a la conclusión de que debemos dar la mayor excelencia al menor coste y eso nos ha llevado a realizar un plan de expansión ambicioso que prevé abrir delegaciones en Granada, Madrid, Barcelona, Valencia, Valladolid, La Coruña, Cáceres, Castellón, Zaragoza y Bilbao, a las que se suma la de Sevilla. En la capital de España tendremos dos. Las aperturas se llevarán a cabo durante el próximo mes. Esta expansión nos ha permitido contratar ocho nuevos directivos y ampliar la sede en 200 metros.
¿En qué se basa su nuevo modelo de negocio? Vamos a tener delegaciones propias con socios en las zonas donde desembarquemos. Son personas del sector o cargos directivos de otros sectores, así como pymes que no son rentables y que no tienen estructura suficiente para poner la delegación en marcha. No funcionan como subcontratas, sino como socios. Con todo este proceso estamos motivando a muchas personas de entre 40 y 50 años que se han ido al paro por esta situación de crisis económica y que están volviendo a ser contratadas, no solo entre los directivos, sino entre el resto del personal. Se trata de un proyecto sólido y todos nos estamos volcando mucho.
¿Cuáles son los servicios que presta Liconsur? Somos expertos en limpieza industrial, servicios auxiliares y controladores de acceso, azafatas y seguridad privada. Gracias a nuestro buen trabajo contamos con grandes cuentas, como centros comerciales, polígonos industriales, entidades financieras, hoteles, fábricas
Entre nuestros clientes se encuentran Barceló, BBVA y el CSIC, entre otros. Además, nos hemos certificado en las normas 18001, de prevención de riesgos laborales, y 14001, sobre medio ambiente. Ya teníamos la 9001.
¿Qué destacaría de la gestión de Liconsur? El compromiso con los clientes y la política, que es muy social. Estamos muy comprometidos con nuestros trabajadores, nos preocupamos por su situación personal más allá de la profesional. Por otro lado, parte de los beneficios que obtenemos lo utilizamos para la construcción de colegios en África, concretamente en Benin, gracias al contacto que mantengo con un grupo de misioneros que trabaja allí. Además, también donamos alimentos a comedores sociales. Es algo que llevamos haciendo desde 2007. Esta política basada en la excelencia y en lo social ha sido muy bien acogida por nuestros clientes y también por la propia plantilla. Contamos con un equipo directivo de 15 personas que intenta dar lo máximo posible. La mediocridad no tiene cabida en este negocio.
¿Ha servido la crisis económica para hacer limpieza en el sector? En la crisis lo que hay que hacer es optar por la excelencia a menor coste y por la máxima profesionalidad. Me llama la atención que España, país líder en el sector turístico con 55 millones de turistas, no se invierta más en eso. Yo creo que la salida de la crisis está ahí, en ofrecer buenos servicios en sectores ya consolidados. Hay que tener infraestructuras adecuadas y la gente se debe dar cuenta de que siempre hay que ser muy profesional en todo lo que hagas y te propongas. En el último trimestre de 2012 me fui a EEUU para ver oportunidades de negocio porque estaba harto de escuchar a todo el mundo hablar de la crisis. Hay que despertar y dejarse de tanta pena. Al final cuando se siembra bien, se recogen los frutos. Hacer las cosas bien no tiene secreto ninguno. Hay que dejarse de penas y tirar de excelencia para salir de la crisis.
¿Llevará su negocio fuera de España? De momento queremos abrir delegaciones por todo el país para dar una cobertura total a nuestros clientes. Es verdad que también nos han salido propuestas en el exterior, pero por ahora vamos a esperar. Nos queremos desarrollar un crecimiento a lo loco. En estos momentos estamos yendo a más de 20 concursos públicos mensuales y estamos en negociaciones con grandes empresas. De hecho, hemos puesto a cinco personas a trabajar para redactar proyectos de cara a los concursos.
¿En su negocio tiene más peso el sector público o el privado? Tendemos más al privado. Nos volcamos más en ello porque es más estable en el tiempo. En cualquier caso, en nuestro negocio hay mucha competencia y es dura, aunque también hay empresas que no están bien estructuradas y que no cuidan al cliente. Por eso hemos hecho fichajes importantes, gente con alta experiencia en dirección que estaba en paro debido a que sus empresas habían aprobado ERE o habían hecho otras regulaciones. Se trata de un grupo de gente muy implicada, lo que está dando grandes resultados. Estamos avanzando muy rápido. En la actualidad contamos con 200 empleados directos y con una facturación de 4,5 millones de euros, aunque queremos multiplicar estas cifras gracias a la expansión.
