López Catalán posa sobre el sillón de su despacho. Foto: Inma Flores.
Una información de Alberto Fernández y Juan Pinto.
A comienzos del pasado mes de Julio, José Miguel López Catalán entró a formar parte del consejo del Betis, ocupando el puesto dejado por Diego García León. Desde entonces, este empresario y economista (20-03-1970, Sevilla), que posee el 3,8 % del capital social del club, trabaja a destajo en una plan stratégico para mejorar la entidad en todas las áreas. Mira al futuro con ilusión, optimismo y con ganas de hacer un Betis fuerte y sólido que esté a la altura de la afición.
Desde que usted llegó, e incluso antes, ¿no echa en falta una cabeza visible en el Betis? Lo importante es que hay un equipo fuerte de trabajo, que está trabajando duro para cambiar el Betis. Confío más en un equipo que en que haya una cabeza visible, en plan mesiánico o presidencialista.
Pero todo ese buen trabajo no se le comunica bien a la gente
Es muy complicado transmitir todo lo que se está haciendo. Lo intentamos transmitir con hechos, como la grada joven, la campaña de abonados
Y en lo deportivo el trabajo tiene una nota de notable. Que el mismo consejo haya aprobado un plan estratégico para un nuevo Betis es un síntoma importante. Sin querer caer en la autocomplaciencia, se están haciendo muchas cosas. Diferente es que no se comuniquen de la mejor manera.
Por ese motivo, ¿no cree que el área de comunicación debe tener más peso? En el plan estratégico estamos desmenuzando área por área. Evaluamos cada una de ellas para sentar las bases. Estamos viendo los fallos y las cosas que podemos mejorar, como las relaciones con los medios, los medios propios
Sólo puedo decir que estamos trabajando fuerte.
El Proyecto Fénix de PNB ha sido importante en ese plan estratégico
Lo crearon hace cinco años y es una buena base. Nos parece que es la línea que hay que seguir. Estamos estudiando la visión del Betis que queremos de aquí a cuatro años. PNB hizo un trabajo buenísimo en su momento y tenemos que aprovecharlo.
¿Se siente valorado por el club? No busco reconocimiento alguno. Estoy encantado por tener la oportunidad de cambiar el Betis. Por eso compré las acciones. Me siento contento, ilusionado y valorado. Al menos me están dando la oportunidad. Fue de sopetón entrar y llevar la responsabilidad en el tema de abonados, y creo que lo realizado está bien.
De eso no hay duda
Pienso que no, pero se pueden hacer más cosas. Tengo la confianza de llegar a un número más alto. El año pasado fueron al final unos 33.200, contando la campaña de Navidad más otra especial con La Caixa, pero quiero acercarme a los 40.000. Ahora estamos en cerca de 35.850.
Eso le supone una responsabilidad muy grande
Como bético que soy, sabía que la afición iba a responder bien. Flipé en Sabadell. La campaña de abonos fue un trabajo de equipo. Yo di mis ideas, hablé con mucha gente y aposté por cambiar cosas. El consejo fue valiente en reducir los precios y tomar otras medidas. Al final, el número de abonados es alto y hay más ingresos. Estoy muy contento, porque además del tema económico es importante que el equipo sienta en casa el apoyo de la afición.
En noviembre será la Junta, ¿qué panorama ve con la posible salida de Domínguez Platas y Fernando Casas? Es un tema que se está hablando en los medios, pero ninguno de ellos todavía nos ha dicho nada. No se ha puesto nada encima de la mesa. Cada persona, en ese momento, tomará su decisión, y estoy seguro que lo hará pensando en los mejor para el Betis.
¿Cree que hace falta otra vuelta de tuerca en el consejo? Entiendo que tenemos un consejo pequeño. Siete personas es poco para todas las cosas que hay que hacer. Es conveniente aumentar el número de consejeros. Esta renovación debe continuar, y debe seguir la apuesta por un nuevo Betis.
¿Y qué papel va tener Serra Ferrer en esta renovación? Ahora mismo no puede tener ninguno porque sigue ligado al Mallorca. El día que sea libre se podrá plantear. Él ya trasladó su ilusión de trabajar en el Betis. Por lo que me llega tiene muchas ganas de aportar cosas al club, pero el tren de mayo, cuando se habló con él, ya pasó porque estaba pillado en su actual club.
¿Tiene miedo de que la jueza Alaya acabe ya el proceso y todo su trabajo quede en nada, en el caso de que le dé la razón a Lopera? Tengo miedo como bético. Personalmente, no me arrepentiré nunca de haberlo intentado. Si le dan la razón a Lopera o Castaño, haré oposición como se tiene que hacer, y se aceptará la decisión con deportividad. Este tema no me quita ni un uno por ciento de mi pensamiento.
Pero en ese trabajo que realiza, siempre tiene la sombra de lo judicial
Estamos deseando que acabe la instrucción. Todos los béticos tienen que entender que es mucho más complicado gestionar en la situación actual. Deseamos que se solucione para sentar las bases de una estabilidad accionarial para mucho tiempo. Estamos deseando que los béticos sepan lo que pasó de verdad.
No sería lo ideal un consejo que aglutine a los accionistas más importantes, como Castaño, usted
Para mí, ése es el Betis ideal. Uno en el que haya una serie de accionistas de referencia y que sean honrados. Que quieran lo mejor para el Betis y no para ellos. Que entre ellos y la masa social se gestione un Betis de consenso. Ése es el mejor escenario. No que aparezca uno que tenga el 51% de las acciones.
¿Se ve como presidente en un futuro? En un futuro lejano no digo que no, pero en un futuro cercano, noviembre o diciembre, no. Ahora mismo no, porque tengo muchas cosas que hacer. Lo veo precipitado.
Y además es muy complicado trabajar con este clima de crispación
Yo creo que se puede conseguir calma y tranquilidad. Toda esa confianza y buen clima se van ganando con hechos. Confío en que cada vez podamos hacer más cosas y comunicarlas mejor. Al final, el bético es bueno y reconocerá ese trabajo.
¿Entiende el enfado de los aficionados con la directiva? Sí, porque yo también lo pasé mal el año pasado. Estaba muy quemado, y por eso compré las acciones. Entiendo a la afición, pero creo que estamos haciendo suficientes cambios y esfuerzos. Hay una rama critica y todo es mejorable. Es cierto, pero a mí no me dicen cosas por la calle.
¿La afición es, ahora, más crítica y exigente? A la afición del Betis no la veo dormida, la veo crítica. Es fiel a los colores y al equipo. Los béticos quieren dar ideas y mejorar. Llevamos más de 20 años en una dinámica y forma de hacer las cosas que no es buena, y ahora esto no se puede cambiar de un día para otro. Eso es lo que tenemos que explicarle a la afición. Es difícil trabajar con esta deuda.
¿Ve muchas diferencias entre una empresa privada y un club de fútbol? No estoy de acuerdo en que todo dependa de si entra, o no, el balón. En la vida, en general, cada uno recoge lo que siembra. Si hacemos las cosas bien en todas las áreas, los frutos serán los correctos. El tema social, el deportivo, el de marketing
En todos queremos mejorar. La principal diferencia es que estás siendo juzgado por tus decisiones.
Para acabar y hablando un poco de fútbol, ¿le parecen excesivas las críticas a Velázquez? Tengo mucha confianza en él. Alabanda, en su momento, tuvo un peso importante en la decisión de apostar por Velázquez. Se informó mucho porque tenía buenas conexiones. Tenemos un técnico que va ser importante en el fútbol. Ésta es su oportunidad, y la va aprovechar. Su juventud o falta de experiencia la suple con trabajo, carácter, exigencia y conocimiento. Estamos en construcción, pero materia prima hay. Tenemos jugadores de sobra para subir siendo primeros.
