Juan Antonio Naranjo fue la gran sorpresa del 22-M. Tras salir como tercera fuerza -tras PSOE y PP-, el líder de Alternativa por Sanlúcar se armó de valor y formuló su petición: si pactaba tendría el bastón de mando de Sanlúcar la Mayor. Y así fue. Naranjo ocupará la Alcaldía hasta junio de 2013, cuando ceda el testigo a Antonio Manuel Pérez (PP). Aunque airea la deuda del Consistorio, no es un alcalde debutante al uso: no se queja mucho y hasta entiende que se ralenticen obras de empaque como la A-49, la SE-40.
-La pregunta del millón. ¿Cómo vive la crisis el Consistorio?
-Al entrar hicimos una auditoría que muestra que está mal, dado que los gastos están comprometidos hasta final de año, pero los ingresos han caído. Sólo queremos que los vecinos no se vean afectados y buscamos otras fuentes de ingreso, como la regularización de urbanizaciones sin legalizar como Los Encinares y Los Ranchos de Guadiamar, que los vecinos tienen ganas de invertir para que sean recepcionados.
-¿Cómo está el proceso, dado que suelen ser de larga duración?
-Ya se ha llevado el agua a estas viviendas y se urbanizará. La previsión es que al menos Los Encinares esté solucionado a finales de este año y así los vecinos puedan regularizar sus construcciones. Además, se están llevando unas negociaciones con la Junta que se encuentran muy avanzadas.
-¿Eso será suficiente para salvar las cuentas municipales?
-No. La otra alternativa es facilitar la llegada de empresas. Los inversores, en cuanto le ponen trabas, se van a otro pueblo o se cansan. También hemos firmado un acuerdo con Sevillana, porque Sanlúcar no estaba en el mercado libre, con lo que pagaba el 20% más de penalización. Habrá recortes en el gasto de teléfono y de luz. Hasta se reducirán los gastos de alquiler: el Consistorio tiene varios locales en alquiler, donde está la Delegación de Hacienda o la Radio Municipal, que se van a mudar a edificios de propiedad municipal que se van a arreglar. No es un gasto, sino una inversión, ya que el alquiler cuesta más de 2.000 euros al mes.
-¿Habrá despidos?
-Se quiere evitar. Antes de eso pensamos adecuar servicios para ver los que aportan más ingresos, reorganizar la plantilla o reducir la jornada laboral. Con esto último siguen ligados al Consistorio.
-Crisis aparte, ¿cómo ve la evolución del tercer carril de la A-49, que aún no ha llegado aquí?
-Me consta el compromiso de que el tercer carril llegará hasta Huévar. El Estado está invirtiendo y dijo que estaría en 2009. Pero si no llegó a tiempo y va a estar en 2013, habrá que ser pacientes y entender las circunstancias del retraso. Estamos contentos con la inversión, aunque siempre nos gustaría que fuera más rápida.
-¿El tren alivia el tráfico? Tienen la estación con más usuarios del Cercanías del Aljarafe (C-5).
-El Cercanías ha sido clave en el pueblo y le ha venido muy bien a muchos vecinos para ir al hospital o a estudiar. Son muchos los que cogen el tren para ir a la capital y eso ha contribuido a descongestionar en parte la A-49.
-¿Es de los críticos por los retrasos de la futura ronda SE-40?
-Es clave para ser competitivos. Si un camión de frutos secos Reyes tiene que ir de Sanlúcar a Cádiz para hacer la distribución y se pega tres horas, encarece el precio del producto. Pero si cogiera la SE-40, tardaría hora y media y podría dar dos viajes. Si salváramos el tapón de la Pañoleta se ahorrarían muchos costes.
-Hablando de tejido productivo, ¿en qué fase está Soland?
-Las 30 hectáreas del parque están adjudicadas a una empresa local encargada del cerramiento y el edificio corporativo. Parte de suelo que está enfocado a la industria, pero no hay empresas interesadas en invertir no sólo aquí, sino en Gerena, en Guillena o Huelva. Las empresas se lo piensan mucho. Pese a ello, se empezará a promocionar el parque. Un buen síntoma lo tuvimos hace poco en el polígono Solúcar donde se instaló una nueva empresa. Mientras hay polígonos que se están quedando huérfanos como el PISA o el PIBO, el de Sanlúcar al menos se mantiene.
-Por cierto, ¿cómo va ese proyecto de Ciudad de la Justicia?
-Más parada que la de Sevilla. Hablar de inversión es difícil. El Estado invertirá en lo urgente, porque hay que ser austeros. Todos saben que este partido judicial es grande, tiene mucha carga de trabajo y necesita medios informáticos que faciliten la labor, pero no depende del Ayuntamiento.
-No crea que me he olvidado, ¿cómo se encuentra el pacto?
-El pacto no está sano, sino que está brotando. Somos como un buen matrimonio.
