Ante un nutrido auditorio, encabezado por el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, instó ayer a los católicos a "superar una especie de cristianismo acomplejado que empieza a hacer presa en algunos, incluso sacerdotes, influidos en parte por la cultura dominante, que pretende extender la partida de defunción del cristianismo".
A pesar de la "desertización espiritual" que caracteriza a la cultura occidental actual, Asenjo señaló que "en la Iglesia de Sevilla hay muchos aspectos que invitan a la esperanza", caso del empuje misionario de algunas parroquias renovadas, la existencia de seminarios "más serenos, centrados y alegres, sin las tensiones de los setenta y ochenta", la potenciación de la pastoral del matrimonio y la familia o la "floración todavía modesta de intelectuales cristianos". En esta línea, se mostró convencido de que la renovación de la Iglesia no será posible "sin unos laicos convertidos, orantes y fervorosos, comprometidos con su parroquia, que viven la comunión, que tienen corazón de apóstol y que aspiran seriamente a la santidad". El arzobispo también pidió a las hermandades "que cuiden con mimo su verdadera identidad y su esencial entraña religiosa", al tiempo que reconoció "el importante servicio que restan a la Iglesia" al impedir que se reseque el humus cristiano de esta tierra.
El alcalde fue el encargado de presentar a Asenjo, del que destacó su amor al orden y a las cosas bien hechas y alabó su discreción, cordialidad y humildad como "fiel y leal colaborador en el servicio al bien común".
