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Hay vida

Más de 200 alcohólicos en Sevilla han vuelto a nacer gracias a reuniones diarias en las que se encuentran, hablan y se escuchan. El Correo ha sido testigo de una de ellas: milagros en primera persona

el 10 mar 2010 / 19:51 h.

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Aquí se aprende a vivir", dice Juan en voz alta, "antes llegaba a casa y mis hijos se escondían debajo de la cama. Ahora sé lo que es comer todos juntos alrededor de una mesa, y eso, y no otra cosa, es la felicidad". Para llegar a esta conclusión ha tenido que decir mil veces la misma frase: "Hola, me llamo Juan y soy alcohólico". Así, como en el cine, empiezan todas las reuniones diarias de Alcohólicos Anónimos.

 

Pero la realidad es eso, realidad, y que Juan, nervioso y con la voz temblorosa, cuente que su relación con la bebida comenzó a las 8 años cuando murió su madre, y que por culpa de las borracheras continuas perdió a su mujer y a sus hijos, tiene muy poco de ficción. Afortunadamente, los finales felices no sólo se escriben en el séptimo arte, y hoy Juan ha recuperado a su familia gracias a Alcohólicos Anónimos, una comunidad mundial de hombres y mujeres que se ayudan unos a otros a mantener la sobriedad. La terapia de grupo es la única medida de rehabilitación para una conducta, la del alcohólico, que según la OMS es "un trastorno crónico caracterizado por la dependencia al alcohol".

En Sevilla hay 18 grupos repartidos por toda la provincia. Juan pertenece al más antiguo de todos, Renacer, que desde que abrió sus puertas en Jaime Ferraz en 1972, ha visto a decenas de alcohólicos llegar: unos duraron poco, otros, como Conchita, la alcohólica rehabilitada más antigua de la ciudad, todavía siguen acudiendo religiosamente a su cita con el grupo. En su caso, dos veces a la semana. Hoy es domingo, y le toca: "Yo soy un milagro", comienza diciendo. Está sentada junto a sus compañeros, formando un corro. Es reunión abierta, como cada tercer domingo del mes, y entre alcohólicos y familiares, hay 30 personas alrededor de dos mesas llenas de rosquillas (hechas por Rafael, que ahora, sobrio después de cinco años, cocina, plancha y friega).

En el local que está cerca de Gran Plaza hay más hombres que mujeres, y la media de edad ronda los cuarenta y tantos. No es un mundo de reglas, cifras o porcentajes fijos, pero la radiografía social muestra que por grupo hay unos 18 miembros, de los cuales 13 son hombres, y 5 mujeres. La edad media es de 48 años en ellos, y uno menos entre las féminas. En Renacer hoy, hay muchos sudamericanos sentados.

Hablan todos, uno tras otro, sin prisas. No se interrumpen, sólo se miran, y en la mirada muda casi se puede oír: "Tranquilo, yo te comprendo". Hoy la moderadora del grupo es Manuela, sevillana y profesora, pero se van turnando, mañana será otro alcohólico quien dé la vez. "Ahora te toca a ti", dice. "Hola, soy Antonio, y soy alcohólico. La primera vez vine no me di cuenta, pero aquel día me devolvieron la vida. Pasé de ser un borracho a ser un alcohólico. El problema", admite, "es retirar el alcohol de mi mente, no de mi boca. ¿Por qué le hago daño a mi mujer y a mis hijos? Verlos crecer y peinarse a diario es un regalo". La familia es la gran damnificada. Se sienten impotentes y desgraciados al mismo tiempo. Luisa lo cuenta en primera persona: "Alcohólicos Anónimos no sólo le salvó la vida a él". Para ayudar a los que les toca sin buscarlo, está el grupo Al- Anon, una comunidad de parientes y amigos de los alcohólicos que tienen también sus citas semanales para desahogarse.

"¿Por qué tengo que beber si no quiero?". Es la pregunta que se hacen todos. Algunos, como Roberto, llegan empujados por el sufrimiento de su mujer. Otros, como Susana, para intentar olvidar la vergüenza de no acordarse dónde dejó aparcado el coche durante meses. Y también los hay que, como Rafael, no van, sino que los llevan casi de las orejas.
Las fuentes, siempre anónimas, de esta comunidad, aseguran que están apareciendo nuevos perfiles: varones jubilados anticipadamente que tienen dinero y no saben cómo ocupar su ocio; mujeres de menos de treinta años en las ciudades; y jóvenes adolescentes que beben de forma abusiva el fin de semana.

El doctor Gabriel Rubio, especialista en Psiquiatría, explica que "cada vez hay más gente que bebe menos y que los que beben, beben más". Es difícil cuantificar algo que por definición pertenece al ámbito más íntimo de todos, pero se estima que en España la cifra de alcohólicos ronda los tres millones, y que trece mil de ellos, mueren al año. Hagan las cuentas, Alcohólicos Anónimos, con sus reuniones y sus famosos doce pasos, salva muchas más de dos millones de vidas al año. No reciben subvención ni contribución ajena. Los locales donde se reúnen, las meriendas y los folletos que tienen, se pagan con "la voluntad" que dan en cada reunión.

Sin quererlo, dicen más de lo que cuentan. Son las heridas del alma, que por fin cicatrizan. Ya han pasado dos horas, son las 10 y la reunión ha terminado. Antes de volver a la realidad, se dan la mano y rezan, cada uno a su propio guía: "Dios concédeme serenidad". Se ponen límites cortos, hay que vivir el día a día, pasar 24 horas sobrio. "Beber demasiado lleva al infierno, pero dejar de hacerlo al cielo". Salud.

De utilidad:

Qué: Reuniones de Alcohólicos Anónimos.
Dónde: En Sevilla hay 18 grupos: Aljarafe (655 089 146); Bermejales (647 681 746); En Acción (691 891 898); Esperanza (600 999 114); Macarena (676 316 001); Marisma (635 936 862); Nazareno (654 970 633); Nuevo Amanecer (600 262 591); Primer paso (600 079 600); Renacer (954 572 661); Salvador (629 555 287); Sevilla 92 (630 676 116); Tolerancia (689 175 253); Triana (656 763 615); Zodiaco 97 (652 321 771); Keep it siple (954 454 508); Nueva Tierra (955 952 498); Sólo por hoy (685 287 606).
Cuándo: Casi todas tienen horario de tarde y se reúnen dos veces por semana. Algunas más.
Cuánto: Es gratis.
Más información: En www.alcoholicos-anonimos.org o llamando al 985 566 345.
Para familiares: www.al-anonespana.org o 669 532 457.
Origen: Fue el 10 de junio de 1935, en Akron (Estados Unidos), cuando Bill W. y Dr. Bob se pusieron en contacto dando lugar a la primera reunión de Alcohólicos Anónimos.

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