El delantero israelí Tomer Hemed es la sensación del RCD Mallorca del utrerano Joaquín Caparrós, el próximo rival del Sevilla FC en el Sánchez-Pizjuán. El goleador del conjunto bermellón, que ha celebrado 5 dianas en Liga, ha asumido el rol protagonista gracias a su brillante singladura en el torneo doméstico y en la fase de clasificación para el Mundial de Brasil, cita en la que consiguió un hat-trick el pasado viernes ante Luxemburgo.
Hasta el momento, el de Haifa ya ha pugnado en la nómina de máximos artilleros de la competición junto a Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y Radamel Falcao. Su fichaje se concretó gracias a Dudú Aouate, compatriota y guardameta de la plantilla roja, en el estío de 2011. El arquero hebreo recomendó su llegada, que se cerró a coste cero después de que perdonara alrededor de 250.000 euros a su anterior club, el Maccabi Haifa. En aquel tiempo era un ariete a la antigua usanza. Alto, fornido y con un privilegiado dominio de las acciones aéreas.
Hemed se ha convertido en la principal amenaza del Mallorca en la presente campaña. Sus goles se han cotizado al valor del oro. Con sus 5 dianas, el once de Caparrós se ha embolsado 6 puntos, una auténtica fortuna para un bloque cuyo objetivo, pese al formidable inicio, es la permanencia en Primera División. La historia de Hemed es curiosa. Nació en Haifa en mayo de 1987 y desde que era un adolescente destacó por sus condiciones físicas. Pero su vida experimentó un cambio radical el 22 de febrero de 2007.
Aquel día, la afición del Maccabi había vivido su enésimo éxodo del Estadio Qiryat Eliezer, su cuartel general y en estado ruinoso a causa de la cruenta Guerra del Líbano. Los hebreos recibían al CSKA Moscú y Hemed, entonces en el equipo reserva, fue citado. Apenas jugó pero su trabajo en los entrenamientos convenció al cuerpo técnico y al seleccionador de la sub 21, que lo reclutó con las promesas del país de forma habitual.
Hemed se convirtió en el ídolo de la afición del Maccabi a base de goles y compromiso. "He vivido en una familia humilde y sé lo difícil que es llegar desde abajo", dijo en una entrevista concedida a Aurora Digital, un diario israelí editado en castellano, en 2009. En 2011, y después de convertirse en un asiduo de la selección absoluta israelí, fichó por el Mallorca. Perdonó una deuda de 250.000 euros para emigrar a la mejor Liga de Europa. Era su sueño y ni se pensó la llamada de Lorenzo Serra Ferrer. En apenas unos días había firmado la rescisión de su contrato y se había incorporado a la disciplina rojilla.
El curso anterior era indiscutible en el Ono Estadi y fugazmente titular a domicilio. Marcó 8 goles en 28 encuentros de Liga, 2 en la Copa del Rey y 1 en un amistoso con su selección ante Ucrania. Gracias a aquel partido recibió una oferta en firme del Shakhtar Donetsk, aunque prefirió continuar en la Isla.
Ahora, Hemed vive un auténtico sueño. Se ha convertido en un fijo para Joaquín Caparrós, compite con el trío de deidades, Messi, Ronaldo y Falcao, por el pichichi y exhibe con naturalidad la gama de virtudes que convencieron a Serra Ferrer. Ha anotado 5 goles en 7 partidos y sus dianas han reportado 6 puntos a las arcas bermellonas. Su destreza en el juego aéreo es indiscutible.
Y Míchel prepara su plan aéreo. Centímetros y músculo en la zaga para combatir a un delantero a la antigua usanza. Es el mejor rematador de su equipo -24, 10 entre los tres palos y 10 con la cabeza- y uno de los delanteros con mayor fiabilidad en el área rival. Caparrós le conoce y ha sabido concederle el papel protagonista. Le ha exprimido y exigido con firmeza hasta modelar la figura de un auténtico cazador furtivo. "He aprendido a sobrevivir", dijo en la televisión de su país en el verano de 2010. El artillero revelación ataca de nuevo.
