Los episodios de violencia en el fútbol base no remiten. El último incidente sucedió el pasado domingo, cuando un hincha del Puebla CF agredió en el minuto 89 del choque Puebla-Diez Sanlúcar, de Primera Provincial Juvenil, al visitante José Javier Ramos, que fue trasladado de urgencia a un centro de salud de Sanlúcar La Mayor a causa del cuadro de ansiedad que presentaba tras el suceso. Sólo la mediación de ambos entrenadores, el cigarrero Jorge Luque, Manteca, y el sanluqueño Juan Antonio Márquez, Cachola, evitó una cadena de golpes aún más grave y multitudinaria. Según el informe elaborado por los médicos que atendieron al jugador, un documento que será adjuntado por el Diez Sanlúcar en el expediente que presentará ante Competición, el joven padecía una rotura del labio y varios hematomas en el rostro y un ojo.