Héroes en la sombra y las ondas

Brenes acogió una feria de radioaficionados, personas que de forma altruista ayudan a los sistemas oficiales de rescate para salvar vidas.

600_Imagen Sorteo Zorro_2Cientos de radioaficionados se congregaron ayer en el centro cívico de Brenes en la segunda cita de este mundo al que pertenecen 30.000 personas con licencia en España, como apuntó el presidente de la Unión de Radioaficionados Españoles, Pedro Fernández. El evento, organizado por Ángeles García y Rodrigo F. Herrera, de la empresa local Angro Comunicaciones, ya tuvo un gran éxito el año pasado, con lo que los emprendedores han vuelto a apostar por un encuentro integral que atrae a gente de todo el país. Integral no por la anterior profesión de Rodrigo, que era panadero, sino porque aúna el hobby y la utilidad en emergencias de esta práctica. Se trata de una actividad que ha dado un gran servicio desde el principio de los tiempos, ya que los radioaficionados pueden hablar de fútbol, cocina o viajes con gentes de todos los puntos del globo, pero también, en su afán investigador, han dado lugar a los inventos más revolucionarios en el mundo de las telecomunicaciones. Y, de paso, de ayuda a las emergencias. No en vano, allí había dos vehículos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que daban la bienvenida al visitante. También se montó una carpa del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) y Protección Civil de los ayuntamientos de Sevilla y Utrera. Ya en el interior, tuvieron lugar conferencias y talleres, como el de dos profesores de la Escuela de Ingenieros de Huelva, que mostraron cómo soldar con estaño los aparatos de radioaficionados. De nuevo, los organizadores quisieron contar con José María Yagüe, propietario del «único museo de Europa» dedicado a este mundo, ubicado en San Roque (Cádiz) y con más de 2.500 piezas. Hasta Brenes se trajo un transmisor de los años setenta «de un barco ruso que llegó al puerto de Algeciras para despiezarlo», entre otros ejemplares de la época. Ramón Serna expuso de su parte un producto que él crea, a pesar de trabajar en la medicina, y que sirve «para convertir en palabras las conexiones sin voz». De paso, «se aprovecha la feria para hacer algo de turismo por Sevilla», afirma.y es que llegaron visitantes a esta cita de Canarias, Ceuta, Navarra, Santiago o Santander, entre otros enclaves. El plato fuerte llegó a las 13.00 horas con la caza del zorro, «el gran atractivo de esta edición ya que hacía más de 25 años que no se hacía en Brenes», en palabras de Rodrigo. El zorro, un radioaficionado, se esconde con su vehículo y su sistema de radio en un perímetro de 15 kilómetros alrededor de Brenes, y el resto de participantes deben encontrarlo a través de la intensidad de su señal. «Cuanto más cerca está el zorro, más fuerte es la señal», explica. Para la prueba contaron con la Asociación de Radioaficionados Los Alcores, de El Viso del Alcor, que celebra cada sábado por la noche esta prueba que atrae a jóvenes que «cambian el botellón por la afición a la radio». Cynthia, Irene y Paula, de entre 17 y 22 años, no se lo pierden «ni un solo sábado» asegurando disfrutar «de la emoción de ir con coches por oscuros caminos hasta dar con el zorro». Su afición les fue inculcada por sus padres y madres, como Chari, que tras entrar a trabajar en la radio local se acercó a este mundo «tan fascinante». Por esas casualidades de la vida, el papelito con el nombre del presidente de la asociación visueña, José Manuel Gavira, salió de la bolsa que él mismo sujetaba para encarnar el zorro. Encontrado el zorro –en sólo 45 minutos–, vendidas muchas antenas, compartido conocimiento y expuestos los sistemas de emergencias para rescates y acción en catástrofes, la cita cerró con la transmisión de un mensaje al mundo: un hobby que salva vidas.

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