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Hiperactividad como síntoma

Acontece que vivimos momentos de crisis. Principios y formas de proceder que hasta ahora veníamos considerando válidos no suscitan ya adhesión. Ante una situación así resulta urgente buscar alternativas. Lo peor es quedarse quieto, pero sin caer en una suerte de hiperactividad provocada por el temor ante la incertidumbre. ¿Ocurre esto en España?

el 16 sep 2009 / 00:35 h.

Acontece que vivimos momentos de crisis. Principios y formas de proceder que hasta ahora veníamos considerando válidos no suscitan ya adhesión. Ante una situación así resulta urgente buscar alternativas. Lo peor es quedarse quieto, pero sin caer en una suerte de hiperactividad provocada por el temor ante la incertidumbre. ¿Ocurre esto en España?

Se están produciendo medidas en las que se observa un cierto déficit democrático como, entre otras, las siguientes: Reales Decretos Leyes nº 6, 7, 9 y 10 del año 2008, sobre Adquisición de Activos Financieros, Aval Estatal a operaciones de financiación de Entidades de Crédito, Fondo Estatal para la dinamización de la Economía y el Empleo y Medidas Financieras para la mejora de liquidez de las PYMES y otras medidas económicas complementarias, entre las cuales se encuentra una de verdadera importancia, como es la de suspender por dos años la obligación de S.A. y de R.L. de reducir capital o disolverse en caso de pérdidas que superen determinada cuantía. Todavía cabría añadir el Decreto Ley nº 2, de 2009, sobre medidas urgentes para mantenimiento y fomento del empleo y protección de los desempleados. Tales medidas debieran sistematizarse para su mejor conocimiento: proporcionar liquidez o solvencia, estimular demanda o mejorar oferta. Voces autorizadas, como la del profesor González Páramo, miembro del Comité Ejecutivo y Consejero del BCE, piden que el Gobierno debe publicar su hoja de ruta para salir de la crisis. El Defensor del Pueblo Andaluz critica la confusión que crea el aluvión de medidas anticrisis de las diversas administraciones. Tamames habla incluso de devolver competencias al Estado, sin olvidar los que consideran amenazado el principio de unidad de mercado.

Existe sustancial unanimidad en que falta liderazgo y un gran pacto que unifique medios y fines, no sólo entre europeos sino también entre Europa y América, cuyas diferencias resalta Krugman, sobre todo, en materia de gasto público. Quizá ese líder podría parar, templar y mandar, siempre con mesurado apremio.

Colectivo de profesionales andaluces. vicenteplural@hotmail.es

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