Uno de cada cuatro andaluces pagó su vivienda en metálico en los años claves del boom inmobiliario, según una encuesta oficial. Si se tiene en cuenta que los datos no encajan con el ahorro que dicen tener, o algo falla, o el dinero se guarda aún bajo el colchón.
La encuesta, elaborada por el Ministerio de Vivienda, no casa con el escaso ahorro que dicen poseer las familias en los bancos y cajas, pero ahí está. Dice, en concreto, que durante los años más activos del boom inmobiliario, es decir, entre 2002 y 2006, el 25,03% de los pisos y casas adquiridos por los andaluces se pagó a tocateja, un porcentaje superior al promedio del Estado, el 23,03%.
Sí, en dinero metálico, y revela la encuesta que los andaluces son los séptimos de España que más recurren al bolsillo y no a la hipoteca a la hora de comprar su vivienda. Sólo los superan los de Castilla-La Mancha (30,2%), Asturias (29,8%), Canarias (29,4%), Castilla y León (27,68), Murcia (28,3%) y Valencia (el 27,06%). En cambio, los que más acuden al crédito son los habitantes de dos autonomías económicamente antagónicas: la de Madrid, donde sólo el 15,42% pagó con calderilla, y Extremadura, que arrojó el 12,56%.
De los 2,3 millones de inmuebles adquiridos en España en el citado cuatrienio, unos 1,78 millones se abonaron mediante hipotecas y el resto, en metálico. 433.370 viviendas fueron las que cambiaron de manos en Andalucía en ese periodo -no existen datos por provincias-, de las que el 55,27% se encuadraba en bloques, el 18,03% era adosado y el 17,5%, casa unifamiliar.
Los andaluces, pues, gustan más de los adosados y viviendas unifamiliares, por cuanto la media española se sitúa en 67,60% para los bloques, 12,7% para los adosados y 14,2% para casas independientes. ¿La razón? La mayor presencia de las áreas rurales y, por tanto, de viviendas sin vecinos arriba o abajo.
Del número de transacciones ejecutadas, 214.793 (el 49,5%) eran sobre viviendas de segunda mano, el 29,6% sobre plano y el resto, ya construidas. Estos porcentajes son similares para los del conjunto del Estado.
¿De VPO o libre? La mayoría (el 79,64%) de los inmuebles estaba al margen de las promociones públicas, mientras que el 11,77% estaba protegida y el 4,34% era de autopromoción, esto es, edificadas por sus propios dueños. Por tanto, menos renta libre que en el Estado (media del 82,36%) y más VPO (el promedio, 9,33%).
