Cientos de operarios se afanan estos días para poner en pie el Real antes del Lunes del Pescaíto. José Carlos Cruz (Atese)
Aparcar en el Real era en la mañana de ayer era una tarea casi imposible. Las labores de montaje de las casetas y del alumbrado de las calles y la Portada de la Feria congregaban a un gran número de trabajadores en el recinto ferial. Y eso que hay más instalaciones montadas a estas alturas que en otros años. También los había que ya disfrutaban de las primeras copas de manzanilla y raciones de jamón y gambas. Y eso que queda más de una semana para que el Alumbrado dé el pistoletazo de salida a la Feria de 2013.
Un año marcado por una situación especial. Los inspectores de la Agencia Tributaria se han convertido en una estampa habitual en el Real en los días previos al arranque de la fiesta. 3.500 inspecciones se realizarán. El objetivo, controlar los contratos laborales y vigilar posibles conductas fraudulentas en la apertura de casetas. De toda la vida este fin de semana ha sido el fuerte en el montaje de casetas pero este año el 80% o el 90% ya están listas; yo creo que se debe a las inspecciones, que incluso ha habido gente que ha aprovechado la noche para no tener problemas en este sentido, señalaba ayer Antonio Cuder, que lleva 30 años participando de estas labores en su caseta de Gitanillo de Triana, Los 10 sin ná.
Antonio asegura que este refuerzo en la inspección, que se une a otros controles como los de bomberos o electricidad, se lleva haciendo más evidente en los últimos tres años. Éste es sin duda en el que veo menos movimiento a poco más de una semana vista, destaca, al tiempo que informa de que hasta el mediodía de ayer ninguno se había acercado por su caseta.
Otro Antonio, Díaz, monta los toldos de Los Hispalitos. En total, se encarga de que todo quede perfecto en 16 casetas del Real, pero decía ayer que este año iba con más retraso precisamente por tantas inspecciones. Parece que quieren que lleve la oficina encima. Me piden hasta el ticket de combustible mientras estoy en el andamio, relataba no sin cierta ironía. Además, los inspectores de la Agencia Tributaria nunca vienen solos, sino acompañados por la Policía Nacional por si acaso no quieres identificarte.
No solo lo notan los montadores de las casetas. También los camareros padecen las preguntas de los distintos organismos que acuden al Real para realizar inspecciones de todo tipo. La de Lipasam está abierta desde el pasado lunes y, aunque sin música, ya había más de una treintena de personas disfrutando de las primeras copas sobre el albero. Uno de sus camareros, Andrés, subrayaba que durante estos días no han parado de recibir visitas de Sanidad y Consumo, muchas más que en años anteriores.
La empresa adjudicataria del montaje de la Portada, Ferrovial, tampoco se ha librado del control de la Agencia Tributaria. Nos piden el contrato de los trabajadores y toda la documentación relativa al montaje, indicaba su encargado.
