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Homenaje a los agentes fallecidos

El presidente del Gobierno dio ayer las gracias en nombre de los ciudadanos, de la libertad y de la democracia a los 27 guardias civiles y policías caídos en acto de servicio en 2007, en un sobrio homenaje celebrado por primera vez al que asistieron los familiares de las víctimas. Foto: EFE.

el 14 sep 2009 / 22:24 h.

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dio ayer las gracias en nombre de los ciudadanos, de la libertad y de la democracia a los 27 guardias civiles y policías caídos en acto de servicio en 2007, en un sobrio homenaje celebrado por primera vez al que asistieron los familiares de las víctimas. En una carpa instalada en los jardines del Palacio de la Moncloa y junto a las máximas autoridades del Estado, los portavoces de los grupos parlamentarios y los altos mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Zapatero presidió un acto de "tributo obligado" que se repetirá en adelante en enero.

El homenaje, "solemne, austero y sentido", en palabras de Zapatero, quiere honrar "a los que asumieron riesgos para que el resto podamos vivir sin riesgos", a los que luchan contra los delitos y contra el terrorismo, para proteger la biodiversidad y el patrimonio, para regular el tráfico y proteger la seguridad de todos.

"La seguridad es la garantía última de los derechos y libertades", manifestó el jefe del Ejecutivo antes de entregar una placa a las familias de los fallecidos, que asistieron al acto con serenidad y, algunos, con lágrimas.

El homenaje, acordado en diciembre por el Consejo de Ministros a propuesta de Zapatero, es, según apuntó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "tan justo como merecido", porque era necesario trasladar a las familias de los fallecidos "nuestra más alta consideración, nuestra confianza y lealtad".

Ejemplo. En unas sentidas palabras, Rubalcaba confesó que el "ejemplo" de los policías y guardias civiles que han dado su vida en acto de servicio son un estímulo "cuando las fuerzas flaquean" en el ejercicio de su cargo.

El himno nacional dio inicio al homenaje al que asistieron, en primera fila, Zapatero y su mujer, Sonsoles Espinosa, y una nutrida representación del Gobierno además de los presidentes del Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional y el Supremo. Tras ellos, el presidente del PP, Mariano Rajoy, portavoces parlamentarios y familiares. Uno de los momentos más emotivos del acto fue la ofrenda de una corona fúnebre con la bandera española mientras sonaban los acordes de La muerte de Ase de la suite número 1 de Edvard Grieg, interpretada por una banda de policías y guardias civiles.

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