Cualquier pretexto era bueno. Se trataba de recordar la trayectoria de un diestro imprescindible que recibió la alternativa hace seis décadas, en otro tiempo del país y del toreo. El renovado hotel Gran Meliá Colón, fiel a su vieja vocación taurina, fue el escenario elegido para el concurrido evento.
Litri estuvo arropado por una buena representación de las gentes del toro, por un largo elenco de matadores entre los que se encontraban nombres tan ilustres como el de los maestros sevillanos Diego Puerta, Curro Romero y Juan Antonio Ruiz Espartaco, cabezas de un lujoso cartel en el que también figuraban hombres de luces como Pepe Luis Vázquez, Eduardo Dávila Miura o El Vito.
El sencillo homenaje, dirigido por el relaciones públicas Enrique de Miguel, contó con la intervención del aficionado José González-Barba, amigo personal del torero y presidente de la tertulia taurina del Club Antares, que señaló que “Litri es la joya de la corona de una de las sagas más importantes en la historia de la Tauromaquia”, añadiendo que “es figura del toreo cada vez que le da la gana, se va y vuelva cuando le apetece”.
En su turno, el director general del hotel Gran Meliá Colón, Ramón Vidal, quiso romper una lanza en favor de la continuidad de la fiesta antes de que la duquesa de Alba y el empresario Ramón Valencia, en su calidad de presidente del jurado que otorga el premio taurino que concede el hotel, oficiaran la entrega del cuadro del pintor sevillano Jesús Morejón que sirvió para obsequiar al genial diestro choquero. Fiel a sí mismo, Litri fue parco en palabras: agradecimiento coral y sana nostalgia de la vida vivida. “Parece que fue ayer cuando tomé la alternativa...”.
En los salones del hotel, ambientazo a tope. Rostros conocidos como el de Conchita Spínola, esposa del homenajeado; el presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García Palacios; y ganaderos como José Murube, Rocío de la Cámara y Eduardo Miura, entre otros.
