El nombre de Utrera y sus mostachones estuvo bien presente este año en la popular fiesta de Moros y Cristianos, que cada año se celebra en Benamahoma (Cádiz). Ello fue posible gracias a la labor de Francisco Rodríguez de la Cueva, cuya dedicación y trabajo en favor de la citada tradición fue incluso reconocida en dicha población.
En concreto, este vecino de Utrera recibió la mención de honor, en forma de pergamino, como agradecimiento a su "disposición y gentileza". Y es que, desde el año 2003, viene colaborando intensamente con Benamahoma, convirtiéndose en un vecino más durante las jornadas en que se desarrollan los mencionados festejos. De hecho, llegó a participar incluso en las batallas que integran la fiesta de Moros y Cristianos en honor a su patrón, San Antonio de Padua, que cada año se desarrollan en el mes de agosto.
Tanto es así que este hombre es conocido en cualquier rincón de la aldea, habiendo aparecido en el cartel anunciador algún año atrás y habiendo escrito en la revista que se publica con motivo de la llegada de estas tradicionales fiestas cada verano.
Durante la edición de este año, el homenajeado se propuso trasladar algo tan de su ciudad como los mostachones hasta la Sierra de Grazalema. Para ello, se puso en contacto con varias confiterías señeras de Utrera, tales como Reyes, Cordero y Diego Vázquez.
También contactó con el Ayuntamiento de Utrera y logró desplazar alrededor de un millar de unidades de este típico dulce del municipio del Bajo Guadalquivir hasta Benamahoma, con un envase diseñado especialmente para la ocasión, siendo repartidos durante las jornadas de fiesta.