Hasta 180 civiles, ciudadanos y ciudadanas pertenecientes a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y a la Asociación de Amigos de Tablada, juraron ayer bandera en el Acuartelamiento de Tablada. Un acto enmarcado en la celebración de la festividad de la Virgen de Loreto, Patrona del Ejército del Aire.
Baño de patriotismo en Tablada. El jefe de los servicios técnicos de Fiestas Mayores, Rafael Carretero, el veterano fotógrafo Gabriel Sánchez Gasán, el historiador Nicolás Salas, el hermano mayor honorario de la Hermandad del Rocío de Triana, Ignacio Sánchez de Ibargüen... Todos ellos revivieron ayer sus años mozos de instrucción militar sobre los adoquines del acuartelamiento en la que ha sido la primera jura de bandera de personal civil desde la concesión del estandarte a este acuartelamiento, donado generosamente por la Real Maestranza de Caballería.
Los miembros de la Asociación de Amigos de Tablada, que dirige Antonio Rodríguez de la Borbolla, hasta estrenaron ayer una boina negra como complemento al que ellos mismos califican como su uniforme: chaqueta azul, camisa blanca, corbata azul cielo y pantalón gris marengo.
"Juré bandera aquí en el año 53 de quinto voluntario con 21 años, y ahora, a los 75, he querido jurar otra vez", decía orgulloso Sánchez de Ibargüen después de estampar un beso sobre la roja y gualda. Más visceral se mostraba el fotógrafo Gasán que, procedente de Madrid, vino de cabo a Tablada, donde se convirtió en especialista en fotografía y cartografía. "Juro bandera porque la amo y la adoro; no como otros que la ultrajan y la pisotean y que deberían estar fuera de España".
El acto de juramento no fue exclusivo de hombres. Ellas, aunque menos, también participaron en esta "manifestación pública de noble compromiso con la Constitución y su ordenamiento", como la definió el general director de Enseñanza del Ejército del Aire, Juan Luis Bonet Rivas. Su adjunto, el general de brigada Carlos Javier Alonso López, se despidió de la bandera por su próximo pase a la reserva instando a los españoles a "romper ese escepticismo secular y hacer pública fe de nuestra bandera en una sociedad -dijo- que no acostumbra a exteriorizar sus sentimientos en cuanto a patria se refiere".
