Cultura

Honores en Sevilla para un maestro del cante lebrijano

Este domingo, en el Lope de Vega, tributo al gran Curro Malena.

el 25 feb 2011 / 20:18 h.

La crisis económica comienza a hacer mella en el mundo del flamenco, aunque, por el momento, parece que no está afectando mucho a las primeras figuras, sino a los más humildes. Los siempre escasos recursos económicos que la Administración andaluza destina a nuestro arte más singular van más para grandes festivales que para la base y el abandonado campo de la investigación.

Existen buenos artistas ya mayores que comienzan a tener serios apuros económicos. No hace muchos días nos contaba el Perlo de Triana las "fatiguitas" que está pasando y existe el proyecto de organizarle un beneficio al gran guitarrista Manolo Brenes por parte de la Federación de Entidades Flamencas de Sevilla.

Mañana habrá un festival en el Lope de Vega de Sevilla que se ha organizado para apoyar a un gran maestro del cante, el lebrijano Francisco Carrasco Carrasco, conocido por Curro Malena. Nacido en Lebrija el 11 de julio 1945 en el seno de una familia gitana de tradición cantaora -nieto de La Rumbilla, por línea materna, e hijo de Antonio el de la Malena-, está ya retirado y muy delicado de salud.

Por este motivo, la Federación de Peñas de Sevilla se puso manos a la obra y ha logrado reunir en un gran cartel a artistas de la talla de Manuela Carrasco, Juan el Lebrijano, Dorantes, Miguel Poveda y Antonio Carrión, entre otros. La conocida solidaridad del mundo flamenco se pone en marcha de nuevo para apoyar a este maestro del cante en unos momentos difíciles.

Sin embargo, el festival va a servir también para reconocer los grandes méritos de un artista que lleva medio siglo dedicado a cantar lo jondo con una pureza y una honestidad extraordinarias, siendo un ejemplo para la generación actual de nuevos intérpretes.

Comenzó con apenas 15 años a cantar en cines de verano, cuando le llamaban Curro Paula, y tenía en su garganta un metal de voz que prometía. Tan prometedora era su carrera que en 1966 formó parte del primer cartel de La Caracolá de Lebrija, que se organizó en memoria de Juaniquí.

Tuvo que medir su potencial cantaor con figuras de la talla de Perrate de Utrera, el Borrico de Jerez, Manolito el de María, Luis Caballero, El Lebrijano, Turronero y Camarón de la Isla.

Era entonces un joven de 20 años dispuesto a pelear por llegar a ser una voz importante de Lebrija, donde no era fácil hacerse notar. Tras ganar en 1968 el Concurso de Cante Jondo Antonio Mairena y definir su estilo, claramente mairenista, y conquistar un importante premio en Córdoba tres años después, comenzó su carrera discográfica con guitarristas tan importantes como el Niño Ricardo, Manolo Sanlúcar y su paisano Pedro Bacán.

Hoy tiene una de las obras discográficas más extensas que se conocen, una verdadera antología de estilos que le ha colocado entre los más enciclopédicos del cante contemporáneo.

El festival es a las 21.00 horas. Será una buena oportunidad para demostrarle que su esfuerzo no ha caído en saco roto.

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