La Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, localizada en la Casa de los Pinelo, se pondrá esta tarde de tiros largos para rendir pleitesía a uno de los grandes mecenas silentes de la ciudad: el matrimoio formado por Mariano Bellver y su media naranja sevillana, María Dolores Mejías Guerra.
Desde hace casi toda una vida llevan, en su casa-palacio-museo de la Plaza del Museo, frente al Museo de Bellas Artes, atesorando -dinerito o compraventa de pisos mediante- obras de arte en subastas nacionales e internacionales y en anticuarios.
Fruto de ello han alumbrado una colección basada en buena medida en el costumbrismo andaluz, pero con un poco de casi todo -¬menos de contemporáneo-. Y por lo general, todo bastante bueno.
No por menos, cuando la familia Bellver -sin descendencia y ya con una edad- hicieron público su deseo de ceder a Sevilla su colección, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento se han afanado en ponérselo lo más fácil posible, aunque los deseos casi nunca puedan verse cumplidos al cien por cien.
Mientras Sevilla algún día le brinda las gracias como merece, esta tarde lo hará la Academia, que otorgará al matrimonio su máxima distinción, la Medalla de Oro. Será a partir de las 20.00 horas con toda la pompa y boato que merecen.
