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Hoy hay que ser de Champions

El duelo más esperado desde que ambos quedaran encuadrados en el Grupo H ya está aquí. Sevilla y Arsenal se ven las caras en el Sánchez Pizjuán, con el primer puesto en juego y, sobre todo, la clasificación nervionense para octavos de final.

el 14 sep 2009 / 20:44 h.

El duelo más esperado desde que ambos quedaran encuadrados en el Grupo H ya está aquí. Sevilla y Arsenal se ven las caras en el Sánchez Pizjuán, con el primer puesto en juego y, sobre todo, la clasificación nervionense para octavos de final, a la espera de lo que haga el Slavia en Bucarest.

Hay tantos motivos, tantas razones por las que ganar que resulta difícil enumerarlas. Para el Sevilla, la temporada está siendo especialmente dura. De la noche a la mañana ha pasado de sonreír a tragar saliva, y esto no es fácil para un equipo que ha levantado cinco títulos en menos de dos años y cuyo listón está muy alto. Ahora, las cosas no le están saliendo en la Liga, pero, sin embargo, está dando la cara en la Champions. Exceptuando su derrota por 3-0 en el Emirates Stadium, el día de su debut en esta fase de grupos, cuenta sus partidos por victorias, y esto le ha permitido llegar al choque de esta noche con la posibilidad de alcanzar el liderato y, sobre todo, de lograr la clasificación para octavos.

El Arsenal tiene el pase ya garantizado y su objetivo, a falta de esa última jornada en la que recibirá al Steaua, es asegurar el primer puesto para evitar un cruce complicado en la ronda venidera. De hecho, su técnico, Arsene Wenger, ha dejado en Londres a algunos de sus futbolistas de peso, caso del delantero Adebayor y del zaguero Gallas. Por el contrario, trae como novedades respecto al partido con el Wigan del pasado sábado a Flamini, Gilberto y Cesc. El joven centrocampista español es, sin duda, la gran referencia de un equipo plagado de jóvenes talentos que va camino de hacer cosas muy importantes.

El Arsenal aún no sabe lo que es perder esta temporada. Sí, como suena. Lidera la Premier (diez victorias y tres empates, con 29 goles marcados y 10 encajados), así como el Grupo H de la Champions (tres victorias y un empate, con 11 goles a favor y ninguno en contra). Los números hablan por sí solos de un conjunto que pese a las rotaciones o las bajas forzozas -sensibles la de Van Persie, Hleb y Clichy- es capaz de tumbar a cualquiera.

Como el Sevilla, sólo que éste no ha logrado aún encontrar esa regularidad que necesita todo equipo que desea llegar lejos. La derrota en casa del pasado sábado ha escocido y, sobre todo, ha dejado clara la necesidad de dar un vuelco a la actual situación. Son ya tres los encuentros (Villarreal, Denia y Mallorca) consecutivos sin ganar, siete las derrotas que acumula en Liga y muchas las dudas que están apareciendo. De ahí los motivos que tiene para intentar demostrar hoy a todo el mundo que este Sevilla es un Sevilla de Champions. un equipo de nivel que sigue aspirando a cotas altas, a pesar de los pesares, que son muchos.

Heridos en su orgullo, Jiménez y sus jugadores cuentan las horas para salir al césped. Hoy, el Sánchez Pizjuán se vestira de gala para una cita de etiqueta, y nada mejor que una ocasión como ésta para reinvindicar, con juego, y sobre todo con una victoria, el sello mostrado en los dos últimos años. Ganar supondría dar el paso definitivo hacia los octavos de final. En el otro partido del grupo, el Slavia, su único rival ya en la lucha por la clasificación, visita al Steaua. Los nervionenses aventajan en cinco puntos a los checos, por lo que la victoria, el empate e incluso la derrota -siempre que el Slavia no mejore su resultado- pueden valerles.

Donde no habrá rotaciones es en el Sevilla. Jiménez alineará a su mejor once, cuya confección depende en estos momentos fundamentalmente de dos futbolistas: Crespo y Luis Fabiano. Si el canterano se encuentra en condiciones de jugar, tras causar baja desde el partido contra el Real Madrid, el técnico le dará la titularidad, con lo que Drago pasaría al centro de la zaga y Adriano, al extremo zurdo (Capel ni está convocado). En el caso del brasileño, sus molestias le impiden estar en las mejores condiciones, pero es tal su estado de gracia que jugará salvo sorpresa. Hoy, hay que ser de Champions, y toda ayuda será poca.

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