Hugo Chávez ha hecho un hueco en su agenda para visitar el Festival de Venecia y asistir al documental de Oliver Stone South of the Border, del que afirmó que servirá para "poner al Sur ante Europa y el mundo". Parafraseando a Mario Benedetti, Chávez destacó la necesidad de demostrar que el Sur también existe y consideró el documental que Stone ha realizado sobre su figura como una oportunidad para lograrlo.
Se está produciendo "un renacimiento en América Latina y Stone lo ha captado con su cámara y su genio. Es muy bonito", comentó el venezolano en uno de sus muchos paseos por la alfombra roja veneciana, en la que estuvo acompañado por su inseparable amigo estadounidense. Además, Chávez se mostró muy cercano con los niños que se agolpaban a la entrada del Palacio del Cine y destacó la importancia de los cambios que se están produciendo en su país, que hasta ahora sólo ha exportado petróleo pero va a empezar a vender "vino, maíz, gas y energía".
Eso sí, estos elogios del presidente hacia el cineasta son recíprocos, ya que este último se ha mostrado convencido de que Europa y el mundo en general necesitan "decenas de Hugo Chávez", de dirigentes que cumplan lo que prometen. Quien además añade que "algo está mal en mi país".
El trabajo de Stone ha sido recibido en Venecia con división de opiniones, y mientras unos lo alaban por la necesidad que hay de contrarrestar las críticas que el venezolano ha recibido tradicionalmente desde Estados Unidos, otros consideran que se trata de un retrato demasiado positivo de Chávez.
En el documental que se presentó ayer fuera de concurso en Venecia, Oliver Stone hace una loa a la labor de Chávez y de otros presidentes de Suramérica: Cristina Fernández (Argentina); Evo Morales (Bolivia); Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil); Fernando Lugo (Paraguay); Rafael Correa (Ecuador) y Raúl Castro (Cuba).
Otro que lleva una película fuera de concurso a la 66 edición del Festival Internacional de Cine de Venecia es el director Steven Soderbergh con el filme The Informant, en el que Matt Damon se convierte en el cazador cazado.
El estadounidense protagoniza una película basada en hechos reales y que habla de un directivo de una empresa de productos biológicos que acumula una considerable fortuna a base de operaciones ilícitas y que es capaz de delatar y acusar falsamente a la gente de su entorno con tal de conseguir salvar su cabeza.
Damon ha acudido con su aspecto habitual, pero para encarnar a su personaje tuvo que engordar varios kilos, aunque confesó que "estuve encantado de comer lo que quise todo ese tiempo".