Su sueño de mar comienza a hacerse realidad y así refuerza su liderazgo mundial en las renovables. Iberdrola se acaba de adjudicar la construcción y explotación de un megaparque eólico marino en aguas británicas del Mar del Norte. Y es el estreno de la compañía española en esa modalidad de molinos en aguas saladas, si bien en España tiene ya solicitada ubicación para seis instalaciones en las costas mediterránea, gaditana y onubense. Pero aquí las autorizaciones administrativas van con más retraso.
Iberdrola Renovables , a través de la filial Scottish Power, y la sueca Vattenfall desarrollarán y construirán en el Reino Unido un parque eólico marino con una potencia máxima de 7.200 megavatios (MW), equivalente a la suma de las centrales nucleares que existen en España.
Será uno de los mayores del mundo, con 20.000 millones de euros de inversión necesaria y una capacidad para suministrar a cinco millones de hogares.
Para hacerse una idea de su dimensión cabe recordar que en España existen instalados ahora parques eólicos que suman una potencia de 18.000 MW, y todos ellos en tierra, dado que aún no se ha abierto el concurso público -lo habrá de hacer el Gobierno- para adjudicar emplazamientos marinos. Ibedrola, por su parte, cerró 2009 con 11.000 MW en 23 países.
Asimismo, superará con creces la dimensión del mayor complejo eólico marino operativo, el de Horns Rev (Dinamarca) -ver la imagen anexa-, que tiene 400 MW, y será en torno a siete veces mayor que el se construye en la actualidad en el Estuario del Támesis, el London Array, de mil.
En 2015. El proyecto británico va a tardar en hacerse realidad, pues la empresa, que junto con su socio han forjado la sociedad East Anglia Offshore Wind, participada al 50%, aspira a labrarse los permisos en 2012 para comenzar a levantar el parque tres años después. De hecho, admite el grupo, se requieren numerosos estudios iniciales antes de adentrarse en la construcción.
¿Y la ubicación? En la región de East Anglia, el área central de la costa este de Inglaterra, abarcando 5.878 kilómetros cuadrados de superficie.
La fuerza del viento. Ya en Estados Unidos, pero en tierra, y no en la mar, Iberdrola Renovables es el segundo operador eólico de este país, con presencia en 20 estados y una capacidad instalada a cierre de septiembre de 3.459 MW (más del 30% del total del grupo en todo el mundo). En el último año, la potencia de la compañía ha crecido allí el 50%.
El grupo español ha percibido hasta la fecha 577 millones de dólares de los fondos de estímulo a las renovables concebidos por la Administración Obama y espera recibir 430 millones más a lo largo de este año.
En Iberoamérica, Brasil, México, Guatemala, Bolivia y Chile son sus áreas de expansión. Y en Europa, junto a su principal mercado, el británico, tiene instalaciones renovables en Alemania, Francia, Portugal, Grecia, Italia, Rumanía, Hungría y Polonia. En todos estos países, sobre todo en los europeos, reina el viento, la principal fuerza ahora del grupo.
Cádiz, castellón y Huelva. Iberdrola Renovables ha solicitado la reserva de zonas para la realización de estudios previos a la petición de autorización de seis proyectos de energía eólica en la costa española, que se ubicarán en Cádiz, Castellón y Huelva y alcanzarían los 3.000 MW.
Al margen del parque adjudicado esta semana en el Mar del Norte, su filial en Reino Unido, Scottish Power, tiene proyectados dos parques eólicos marinos en este país (West of Duddon Sands, con una potencia de 500 MW, y Shell Flats, con 35 MW), al tiempo que estudia otras ubicaciones.
En el caso de España, los ministerios de Industria y Medio Ambiente publicaron en abril pasado el mapa eólico marino , que abre las puertas a la instalación de 4.000 MW instalados para 2020. Sin embargo, las solicitudes presentadas rondan los 10.000 MW, siendo Acciona, Iberdrola y Capital Energy los principales promotores.
