Aunque estaba previsto que incluso viajase ayer tarde a Sevilla, lo cierto es que Vicente Iborra, en lugar de coger un avión en Valencia rumbo a la capital de Andalucía, tomó el camino habitual para él en las últimas temporadas, es decir, el del Ciudad de Valencia, donde el primer equipo del Levante se ejercitó a las 18.30 horas a las órdenes de Joaquín Caparrós. No sólo eso, sino que en el partidillo que organizó el técnico de Utrera colocó al centrocampista en el equipo titular, en el ensayo de cara al partido que deben jugar el domingo en el Camp Nou ante el FC Barcelona, en un duelo en el que Caparrós sin duda puede echar mucho de menos a Iborra. José María Del Nido y Quico Catalá, presidentes de ambas entidades, tienen perfilado ya el acuerdo, pero el hecho de ser día festivo complicó el asunto de los famosos flecos. En el Sevilla dan por hecho que el jugador vestirá en las próximas horas la camiseta del conjunto nervionense, así que el gesto de Iborra y de su club no debe ser un síntoma de que la operación se pueda abortar a última hora, aunque ya se sabe que en el mundo del fútbol a veces suceden circunstancias inesperadas. No sería la primera vez que un fichaje más que encaminado al final no se concreta, aunque fuentes de la negociación insisten en que el jugador debe viajar hoy a Sevilla para pasar el reconomiento médico y firmar por las próximas cinco temporadas. Otra cuestión que también deja alguna duda es la cantidad que va a pagar el Sevilla. En el entorno del club granota aseguran que el precio del 80% del pase del jugador, que es el que posee el Levante, son 6 millones de euros, y por eso insiste Quico Catalá en hablar de ese precio, cuando las primeras informaciones apuntaban a que de esos 6 millones habría que descontar la parte que pertenece al futbolista y a su agente, valorado en 1,2 millones por el 20%, por lo que la cláusula de rescisión no sería de seis sino de siete millones. Del Nido y Catalá estaban perfilando ayer los plazos en los que el Sevilla pagará, por cuanto la entidad nervionense hará frente a la cantidad exigida, después de que el presidente granota se haya mostrado inflexible, porque, pese a que acaba contrato en junio de 2014, no entraba en sus planes vender al futbolista.