Anda la Navidad un poco revuelta este año. Se aproximan las fechas del nacimiento de Jesús y parece que está de moda llamar la atención. El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, fue el primero en querer cambiar el nombre de estas fiestas por solsticio de invierno.
Ahora, el párroco de Los Palacios y Villafranca José María Guzmán Sánchez de Alba quiere sustituir a Papa Noel por el Niño Jesús. La idea del primero me parece una solemne idiotez, la segunda me llena de alegría. Ha querido que esta Navidad desaparezca la estampa de Santa Claus escalando los balcones.
Estamos en Sevilla y nuestros pueblos celebran la Navidad con el tradicional San José, la Virgen María con el Niño Jesús, la mula y el buey. En Santiponce desde hace muchos años las casas se iluminan con una estrella en la fachada para indicarnos que dentro de la misma existe un nacimiento. Ésas son las tradiciones de nuestra tierra. Menos árbol y coronas de muérdago en las puertas y más originalidad para saber montar un belén. No pueden faltar los dulces de los conventos de clausura y los mantecados de Estepa. Con estas cosas, la Navidad es mucha más Navidad.
