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Identidad sevillana de 1929

¿Qué le debe la Sevilla de hoy a la exposición iberoamericana de 1929? Una experta recorre en la UNIA los aspectos que todavía guarda la ciudad de aquel evento internacional.

el 14 sep 2010 / 13:56 h.

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Imagen de una postal de la Exposición de 1929.
La profesora titular de Universidad de Sevilla dentro del  Departamento de Escultura e Historia de las Artes Plásticas, María  Fernanda Morón, que ha participado en '1929-1992: Dos exposiciones  para un siglo. Vigencia y apuesta de futuro', dentro de los cursos  que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) celebra en  Sevilla, ha destacado que parte de la identidad del concepto de  Sevilla como ciudad "se debe a la Exposición del 29".

Morón ha reflexionado sobre la conservación del legado de esta  muestra, "que no fue tan importante en los pabellones como en el  patrimonio natural", resaltando el caso del parque de María Luisa,  "creado anteriormente por el ingeniero francés Forestier, pero que se  adaptó para la exposición", la avenida de La Palmera, "o toda la zona  portuaria".

"En el caso de La Palmera, el hecho de que haya una sucesión de  palmeras y naranjos no es gratuito, y podemos pensar que lo han  diseñado desde el área de parques y jardines, pero se hizo así porque  era la vegetación de la zona", ha asegurado la ponente, quien ha  confesado que pasear por esa zona de Sevilla "recuerda al México del  siglo XX, por lo que ese es el legado de la exposición".

Para Morón, la ciudad tiene "tan asimilada la aportación del 29  que ya no parece ni que es de exposición; los ciudadanos pasean por  allí creyendo que la ciudad se ha desarollado, cuando el sector sur  de Sevilla le debe todo y parte de la identidad del concepto de la  capital como ciudad se lo debemos a la muestra".

Autora de publicaciones como 'El Patrimonio Histórico Artístico de  la Universidad de Sevilla' o 'La Iglesia de San Miguel: Cinco Siglos  en la Historia de Morón de la Frontera (XIV-XVIII)', ha lamentado el  estado de conservación de los pabellones, "especialmente porque no  estaba desarrollada toda la legislación patrimonial, que empezó a  concretarse en 1930 con la 'Carta de Atenas' y, por otra parte,  porque toda esta legislación son recomendaciones y no se comete  ningún delito si se va en contra de ellas".

MEJOR PROTEGIDOS DESDE EL PRINCIPIO

"Lo ideal hubiera sido que los pabellones con interés hubieran  estado protegidos desde el principio, se hubiera abierto un  expediente de protección previo, declarándose bienes de interés  cultural", ha enfatizado la ponente, destacando que "estos edificios  se vaciaron por completo para adaptarlos a los nuevos usos, lo que  hizo que quedaran como verdaderas mamparas" y matizando que varios de  ellos están en régimen de uso y disfrute por la Universidad.

Finalmente, ha criticado que la experiencia de esta muestra "no se  empleara para hacer la de 1992", indicando que, "mientras que en la  primera el tema económico era fundamental, la otra fue de tipo  político, ya que, como estaba Felipe González como presidente del  Gobierno, quiso dar infraestructuras al sur y, a diferencia de otras  regiones españolas, tuvimos mucha suerte".

"El problema está en que casi todos los pabellones se crearon con  un concepto de efímeros, de que se podían tirar y, de hecho, hay  cosas que ya se han perdido", ha apuntado Morón, y ha detallado que  en su organización "tendrían que haber sido conscientes de que eran  valores patrimoniales, cosa que de una manera muy rudimentaria se  tuvo en el 29".

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