Investigadores de la Universidad de California (EEUU) han demostrado que la sustancia culpable de que las células sanas de los pulmones se vuelvan cancerosas es el peróxido de hidrógeno y los oxidantes similares presentes en el humo del tabaco.
Según los autores del trabajo, hasta ahora nadie entendía cómo el humo de tabaco origina tumores en los pulmones de los no fumadores. Esto se demostró tomando tres muestras humanas de células procedentes de las vías aéreas. La primera se sometió al humo de cigarrillo; la segunda, a peróxido de hidrógeno; y la tercera se usó para comparar. Los tejidos que entraron en contacto con las sustancias de estudio se incubaron posteriormente durante uno o dos días.
Pasado este tiempo, las tres muestras fueron evaluadas para discernir si aparecieron signos de desarrollo de cáncer. Los resultados fueron los siguientes: las células expuestas al humo de los cigarrillos y al peróxido de hidrógeno desarrollaron los procesos moleculares previos al cáncer, mientras que las células no expuestas no las mostraron.
15,5% de supervivencia. Según explica Tzipora Goldkorn, uno de los autores principales, "con la deprimente tasa de cinco años de supervivencia de un 15,5% para las personas con cáncer de pulmón, esperamos que este estudio proporcione un mejor conocimiento de la identificación de nuevas dianas terapéuticas".
De hecho, espera que el descubrimiento ayude a la industria del tabaco a desarrollar cigarrillos más seguros tras eliminar tales sustancias del humo, a la vez que proporcione a los investigadores una nueva vía para desarrollar tratamientos contra el cáncer de pulmón. Y es que el tabaco mata al 90% de los hombres y al 80% de las mujeres que sufren este fatal tumor.
