¿Cómo se siente tras haber sido elegido presidente por los socios del Centro de Día?
Feliz y sorprendido. No me esperaba salir elegido, y mucho menos al no ser utrerano. Además, estoy muy orgulloso de nuestro centro, porque triplica la participación con respecto a otros de pueblos cercanos. El Centro de Día de Utrera es un referente para toda la provincia.
Ha estado en las anteriores juntas de gobierno. ¿Sigue con ganas de seguir trabajando?
Cuando ya estás metido de lleno en esto, tienes un gusanillo que te hace seguir con ganas. Te creas compromisos, la gente te anima, estás a gusto y resulta una actividad gratificante.
¿Qué línea de trabajo va a seguir, con su junta de gobierno, durante el mandato?
Vamos a seguir trabajando sobre los proyectos que ya inició la anterior junta de gobierno, que fue pionera en muchas cuestiones, intentando siempre mejorar lo que se pueda. Durante los últimos años se han hecho muy buenas cosas -tanto es así que el día 8 vamos a ofrecerle una comida a la junta de gobierno saliente, como agradecimiento- y creemos que debemos continuar en esa línea. En cuanto a los miembros de mi junta de gobierno, son personas muy competentes, a las que me he ofrecido completamente para lo que necesiten. Tras las elecciones, se ha renovado la mayoría de los vocales, porque de 9 personas han quedado cuatro de la anterior junta, y el resto son nuevos.
¿Qué actividades se llevan a cabo en el centro?
Hay de todo: baile, informática, manualidades, gimnasia, incluso tenemos un coro. Además, a lo largo del año también se organizan campeonatos de dominó, ajedrez, cartas y billar. No podemos olvidar tampoco las excursiones y viajes que realizamos, como la que acabamos de hacer a Cádiz o el 'todos a la playa' en el que organizamos un día de playa, en el mes de agosto, sin límite de participantes. Esta actividad es muy bonita, porque acuden, sobre todo, las personas que no pueden ir en condiciones normales, y disfrutan de ese día gracias al centro. Además, a lo largo del año organizamos dos citas donde participan muchísimas personas: la cruz de mayo -con una eucaristía y una chocolatada- y la misa de difuntos, que todos los años viene un cura salesiano, hijo de una socia.
¿Qué respuesta existe por parte de los utreranos a las actividades que se plantean?
Estamos desbordados, hay muchísima participación y muchas veces no podemos atender tanta demanda de solicitudes para participar. Hay que tener en cuenta que en el centro hay más de 4.000 socios, lo que supone aproximadamente un 9,5 por ciento del censo total de Utrera.
¿Y no se quedan pequeñas las instalaciones?
Sí. Por eso estamos demandando la ampliación del Centro de Día. En su momento se comentó la idea de acondicionar la biblioteca Catalina de Perea -que ahora se queda sin uso-, pero es inviable, porque no hay ni personal ni medios. Por ello la Junta de Andalucía no está por la labor, porque dice que no es lógico que Utrera tenga dos, cuando hay otros pueblos que no tienen ninguno. Lo que sí nos han dicho es que van a estudiar la ampliación del actual, aunque es una petición que no se va a resolver a corto plazo.