La crisis no la viven todos igual, si no, que se lo pregunten a Ikea. La cadena de decoración y muebles sueca cerró su ejercicio 2010-2011, culminado el 31 de agosto, con un beneficio neto consolidado de 2.966 millones de euros, lo que representa un incremento del 10,3% respecto al año fiscal precedente, y con unas ventas de 24.700 millones, un 6,9% más, según el informe anual publicado por la multinacional sueca.
"A pesar de las dificultades económicas, hemos mantenido un crecimiento estable y la rentabilidad", destaca el grupo, que detalla que las ventas crecieron en casi todos los países en los que está presente, aunque de forma destacada lo hicieron en Rusia, China y Polonia, y que ganó cuota en casi todos los mercados en los que opera. En términos comparables, las ventas crecieron un 2,7%.
El presidente y consejero delegado de la compañía nórdica, Mikael Ohlsson, afirmó que a pesar de la escalada de precios que han experimentado las materias primas, Ikea continuó recortando los precios de sus productos, con una bajada media del 2,6%, gracias al control de costes, mientras "la calidad de los productos ha mejorado".
Como consecuencia de los mayores costes de compra y de la inversión en precio, el margen bruto se redujo al 44,2%, según recoge el informe anual.
Presencia internacional. La firma alcanzó una red de 287 tiendas en 26 países, tras la apertura de siete nuevos establecimientos en el ejercicio, e invirtió 1.400 millones de euros en su red comercial, así como 300 millones adicionales en su grupo industrial. También invirtió 40 millones en instalaciones de energía renovables, que le permitirán reducir sus costes energéticos.
Para el ejercicio en curso, la multinacional tiene proyectada una inversión de 3.000 millones de euros en tiendas, fábricas y centros comerciales, así como en la extensión de instalaciones de energía eólica y solar. El endeudamiento del grupo sumó 25.411 millones de euros a 31 de agosto de 2011. En los últimos cinco años, la multinacional sueca no ha abonado dividendo a su propietario Stichting Ingka Foundation.
"Somos afortunados de tener recursos para navegar con seguridad en climas económicos inciertos", señala al respecto el vicepresidente de la cadena de decoración, Soren Hansen.
Ikea destaca en su informe sobre las cuentas del pasado ejercicio que mantiene sus principios básicos de "asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo, ganar el dinero antes de gastarlo, ser innovadores, conscientes de los costes y enfocados en el cliente".
