Íker Casillas fue sin duda el gran héroe de la noche en el antiguo Prater de Viena. El guardameta español protagonizó dos grandes paradones durante el tiempo reglamentario y después detuvo dos penaltis, así que no había ninguna duda de que era el hombre del partido, como incluso reconoció la UEFA concediéndole ese título. "Ya era hora, nos lo merecemos. El partido ha sido muy duro, muy sacrificado, hacía mucho calor, pero al final ha salido bien la cosa", indicó el guardameta, quien reconoció que "hasta la última ocasión de Villa tenía un poco de fe en meter ese gol". Pero luego llegó la tanda: "De la última vez que nos jugamos algo a los penaltis tengo buenos y malos recuerdos, porque en los octavos de final del Mundial ganamos a Eire pero en cuartos nos eliminó Corea. En esta ocasión tuvimos la fortuna de cara".
Casillas también confesó que por fin habían superado una barrera psicológica: "Sí era verdad que teníamos esa guerra interna con los cuartos de final, y encima llegando a los penaltis", recalcó el portero de la selección, quien no obstante alertó de lo que espera ahora en la semifinal: "Por fin hemos tenido suerte, pero seríamos unos ingenuos si pensáramos que por ganar 4-1 a Rusia vamos a llegar a la final fácilmente. Rusia es un gran equipo, como demostró contra Suecia u Holanda, y cualquier resultado que hayamos tenido antes no vale", advirtió.
En todo caso, Casillas también dijo que la afición "ahora debe disfrutar tranquilamente". "Después, si caemos ante Rusia, que ha demostrado que es muy potente, pues mala suerte, pero España que disfrute, ahora mismo tiene que estar orgullosa de su selección", reiteró.
En cuanto al partido en sí, aun en el calor de los acontecimientos, el cancerbero de la roja realizó un análisis algo más sosegado de lo que había ocurrido: "Nos hemos guardado mucho respeto tanto al final del partido como de la prórroga, y aunque hemos tenido ocasiones nos hemos decantado por los penaltis", reconoció.
Otro gran protagonista de la noche fue David Villa, por marcar el primer e importantísimo penalti de la tanda y por hacer más y más kilómetros a lo largo del encuentro. El delantero asturiano era consciente de la trascendencia de lo conseguido ante Italia: "Lo merecíamos desde hace mucho tiempo y ahora nos quedan dos partidos, esperemos. Para nosotros es un momento histórico, pero debe serlo más aun metiéndonos en la final. Y después, a soñar...", resaltó el punta español, quien añadió: "Se lo debíamos a la afición, hace mucho tiempo que la historia nos debía una".
Para Villa, España fue la única que no fue a por los penaltis descaradamente: "Hemos tenido más el balón, hemos sido más verticales... pero a esta selección es muy complicada ganarle", apostilló el valencianista, que ahora no se fía un pelo de Rusia: "Será un rival difícil, como demostró ante Holanda. Ya les hemos ganado, pero ese partido no sirve, hay que ganarles por segunda vez. A ver si entre todos los españoles hacemos fuerza para eliminar a los rusos". Villa, por cierto, anunció que al mítico Quini le promete un gol en la semifinal: "Será el que nos dé el paso a la final", proclamó.
